Los Príncipes de Asturias presidieron el martes el funeral por los dos militares fallecidos el domingo en Afganistán, el cabo primero Rubén Alonso Ríos y el brigada Juan Andrés Suárez García.

La ceremonia religiosa se celebró al mediodía en la Base General Morillo de la localidad pontevedresa de Figueirido, y a ella asistirieron también el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, entre otras personalidades.

"Fueron soldados valientes de España que ha dado sus vidas por la paz y libertad de allí, que es nuestra paz y nuestra libertad", dijo el vicario general castrense durante el oficio religioso.

La ministra se trasladó el lunes a Afganistán para asistir a la repatriación de los dos fallecidos y de tres de los cuatro heridos en el atentado que estaban en disposición de viajar.

El avión Hércules aterrizó en Santiago de Compostela hacia la medianoche del lunes y posteriormente fueron trasladados los féretros al cuartel general de la Brigada Ligera Aerotransportable en Figueirido.

El atentado en el que murieron Rubén Alonso y Juan Andrés Suárez fue reivindicado por los talibanes, y se produjo cuando un convoy del Ejercito nacional afgano regresaba a su base en las proximidades de Herat, en el este de Afganistán, después de realizar un ejercicio de instrucción.

El convoy estaba compuesto por 12 camiones afganos y seis blindados españoles, el último de los cuales fue embestido por una furgoneta cargada con cuatro proyectiles de artillería gruesa y un cohete de artillería, equivalente a 30 kilos de TNT y una cantidad de 150 kilos de metralla, según informó Defensa.

La ministra trasladó, en un discurso a los soldados de la base española en Herat, la "gratitud y admiración" que los españoles sienten por una labor que culminará "cuando el pueblo afgano sea capaz de valerse por sí mismo y de vivir en paz y libertad".

"Estáis en Afganistán porque quienes han arrancado la vida de nuestros compañeros no sólo amenazan al pueblo afgano, amenazan la libertad y la seguridad de todos, también de nuestras familias, también de las familias españolas", dijo Chacón a los efectivos españoles a su llegada a Herat.

El último ataque contra el contingente español desplegado en Afganistán tuvo lugar en septiembre del año pasado, cuando fallecieron dos de sus efectivos, uno de origen ecuatoriano. En total 87 militares españoles han fallecido desde su llegada a Afganistán en enero de 2002, 62 de ellos en el Yak-42 que se estrelló en Turquía cuando los soldados volvían a España.