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Profesores a domicilio adaptados a tiempos de crisis

La abundancia de trabajadores ilegales en el mundo de la educación a domicilio ha sido el estímulo necesario para que Acadomia revisara su modelo de negocio

JOSÉ ESCOBAR

Thierry Romero es hijo de un matrimonio de emigrantes españoles que viajaron a Francia para ganarse la vida. En los genes tiene una enseñanza: en los momentos duros de la vida, si uno no se ayuda a sí mismo, nadie lo va a hacer por ti. Romero es CEO y fundador de Acadomia, una firma que, en el campo de las clases particulares, franquicia centros que coordinan redes de profesores particulares de alta cualificación. 'Cuando yo comencé en Francia, en el año 1989, tan sólo los más pudientes podían permitirse pagar profesores particulares para sus hijos, así que pensé, ¿por qué no democratizar el acceso?'.

Dicho y hecho. Poco después, la primera Acadomia abría las puertas en París (Francia) con 40 profesores. 'Nosotros mismos repartíamos los folletos de propaganda por la calle'. Fue el comienzo de una política de expansión que, en el año 2004, trajo Acadomia a España. Dos razones se dieron para que la empresa traspasara los Pirineos. La primera, sentimental: 'mi madre nació en Estepona (Málaga) y mi padre en Badajoz'. La segunda, las posibilidades de negocio, en un país, como España, en el que el 98% del negocio de las clases particulares pertenecían al mercado negro, algo que no ha cambiado mucho desde entonces.

Con ChequeProfe, Acadomia ha bajado sustancialmente el precio de las clases

Sin embargo, travesuras de la vida, aquello que entonces fue oportunidad de negocio, la gran bolsa de profesores particulares que estaban en la economía sumergida, se ha convertido, con la llegada de la actual crisis, en una gran losa de la que Acadomia ha sabido salir con una receta poco utilizada: reducir costes, mantener la calidad y crear nuevos empleos.

¿Cómo se ha conseguido? Creando una segunda marca a la que han denominado ChequeProfe. 'Es una modalidad que ofrece las mismas prestaciones que Acadomia, pero con la diferencia de que el seguimiento del alumno lo hace el propio profesor en lugar de la franquicia, como ocurre con el caso de Acadomia. Compartiendo gastos de gestión con el profesor, hemos conseguido abaratar costes, por lo que las clases cuestan 17 euros cuando antes costaban 26'.

Una vez más, Romero ha sabido leer la situación del mercado y ha sido capaz de crear una fórmula de éxito para esta coyuntura. 'En sólo cuatro meses de funcionamiento ya trabajamos con más de 110 profesores que antes estaban en el mercado negro y que, a su vez, han incorporado a la red de ChequeProfe unos 500 alumnos que jamás hubieran podido acceder a las tarifas de Acadomia'.

Romero trabaja para que se regularice el trabajo sumergido en España

Contratar clases en el mercado negro sale por la mitad de precio de lo que cuesta una hora de clase con Acadomia, por lo que, en una situación como la actual, de profunda crisis económica y fuerte restricción del gasto doméstico, la empresa se encontró con un problema: 'los padres contrataban un profesor con nosotros, pero, cuando se habían impartido unas diez clases, unos y otros se ponían de acuerdo en un precio y nos puenteaban, lo que nos afectaba mucho, puesto que nosotros no empezamos a ganar dinero con un cliente hasta después de las 21 o 22 horas. Antes hay rentabilizar los costes de publicidad y de gestión, entre otros', dice Romero.

La empresa se ha marcado como objetivo captar entre un 3 y un 7% de los tres millones de alumnos españoles que pueden ser clientes potenciales de ChequeProfe. 'Creemos que el éxito del sistema está en que todos salimos beneficiados. Nosotros, ampliando nuestros clientes; el profesor, que hasta ahora estaba en la economía sumergida, regularizando su situación. Además, por un poquito más de lo que cobraban en el mercado negro, tienen una infraestructura legal con la que facturar o, si surge la demanda, pueden ofrecerle a sus clientes un mejor servicio al poder cubrir sus bajas por enfermedad, facilitando otro profesor que cubra la eventualidad que surja o, si se da el caso, que imparta una asignatura distinta a aquella o aquellas para las que está capacitado', asegura Romero. Y añade: 'de este nuevo profesor contratado también obtiene, quien consigue la contratación, una ganancia económica'.

Tanto en el momento de lanzar Acadomia como ahora con ChequeProfe, Romero está convencido de los beneficios que, para el conjunto de la sociedad, se obtendrían al regularizar la economía sumergida. Tanto es así que, desde su puesto de vicepresidente de la Asociación Española de Servicios a Personas, trabaja para que el mercado negro aflore y sea regulado en España, 'algo que ya se ha hecho en Francia, donde los padres pueden acceder a desgravaciones y créditos fiscales, al tiempo que se ha conseguido la creación de medio millón de nuevos puestos de trabajo'.

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