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Propuestas para vincular subsidio de paro y formación

La Fundación Ideas apuesta por fórmulas para aflorar el empleo sumergido

ANA REQUENA

'Con gastar más en políticas activas de empleo, se gasta menos en prestaciones', resumió ayer el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en referencia a la reforma de las políticas activas que el Gobierno ha comenzado a debatir ya con agentes sociales y comunidades autónomas. Es la prioridad del Ejecutivo dentro de su nueva agenda social. La Fundación Ideas, el think tank del PSOE dirigido por el ex ministro de Trabajo Jesús Caldera presentó ayer un documento con varias propuestas que marcan las líneas de la reforma que estudia el Gobierno.

Su principal conclusión es que se necesitan más recursos o que, al menos, habría que combinar el dinero dedicado a políticas activas y pasivas (prestaciones y subsidios) de forma 'más coherente e integrada'. 'El volumen de gasto en políticas activas debería duplicarse para estar a la altura de los países más avanzados de la UE', dice el documento. De los 40.000 millones de euros destinados a políticas de empleo para 2011, 30.000 irán a parar a políticas pasivas y sólo cerca de 8.000 a políticas activas.

Uno de los objetivos de la reforma debe ser precisamente lograr más conexión entre las políticas activas y las pasivas. La fundación propone vincular progresivamente las prestaciones de paro a su participación en programas de formación y a la búsqueda activa de empleo mediante incentivos. No obstante, Caldera subrayó que esta medida debería implantarse poco a poco, ya que ahora sólo un número muy reducido de personas en desempleo, cerca del 10%, acceden a cursos de formación.

Estas son algunas de las propuestas de la Fundación para reformar las políticas activas:

-Formación. Elaborar programas especiales de formación y reubicación profesional para desempleados de determinados sectores o actividades. Aumentar la oferta y la calidad de los cursos de formación y orientar parte de los esfuerzos hacia los trabajadores y parados con menor nivel de cualificación.

-Autoempleo. Incentivar la creación de 'empresas en prácticas'. Los servicios públicos de empleo pueden inter-conectar a personas en paro con perfiles complementarios y con potencial para crear empresas. Estos emprendedores se beneficiarían de un aumento de la capitalización por desempleo, ahora en el 60% de la prestación.

-Desempleado-trabajador. Introducir la figura del desempleado-trabajador, es decir, que los parados que encuentren trabajos a tiempo parcial o escasamente remunerados puedan completar su sueldo mensual con una parte del subsidio. De esta forma, afloraría la economía sumergida, el Estado recibiría más cotizaciones y podría reducirse el paro de larga duración.

-Rotación-Sustitución. Crear un sistema similar al que ya existe en países como Dinamarca, Suecia o Alemania por el que los desempleados podrían formarse en empresas y administraciones mientras los trabajadores que ocupan esos puestos de trabajo estén de baja o se ausenten para recibir formación.

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