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Las protestas contra el Gobierno se recrudecen y se extienden por el país

EFE

Las protestas callejeras que resurgieron en Bangkok el pasado martes para forzar la caída del Gobierno del primer ministro de Tailandia, Samak Sundaravej, se recrudecieron y se extendieron hoy a otras partes país.

Ante el cariz de la situación, el primer ministro advirtió que no descarta declarar el estado de excepción en respuesta para poner fin a las protestas, que llevaron a las autoridades a cerrar los aeropuertos de la isla de Phuket, y las ciudades de Krabi y Had Yai, al sur y mayores destinos turísticos del país.

El cierre fue anunciada por el presidente en funciones de la organización estatal de aeropuertos, Serirat Prasutanont, después de que grupos de manifestantes antigubernamentales bloquearan los accesos a las terminales de estos tres aeropuertos.

Muchos miles de turistas extranjeros perdieron sus vuelos y otros quedaron atrapados en los aeropuertos, entre al menos una veintena de españoles que tenían previsto emprender viaje de regreso a su país.

"En el aeropuerto de Phuket sólo hay soldados y policías, así que nadie nos dice nada sobre cuando se resolverá la situación", dijo a Efe Oscar Antelo, residente en A Coruña.

También trabajadores de la empresa estatal de ferrocarriles interrumpieron el servicio de trenes con salida de forma indefinida, para solidarizarse con los manifestantes que controlan la sede del Gobierno en la capital tailandesa, desde el pasado martes.

La policía se enfrentó hoy a grupos de manifestantes antes de abrirse paso hasta el palacio del Gobierno de Tailandia, ocupada desde hace cuatro días por los seguidores de la alianza antigubernamental que pretende forzar la caída del primer ministro Samak Sundaravej y su Ejecutivo.

En un aparente intento de recuperar el control del recinto, cerca de un millar de policías de la brigada antidisturbios cargaron por sorpresa contra grupos de manifestantes apostados tras las barricadas que habían montado en calles adyacentes.

Según testigos, los agentes dispararon gases lacrimógenos sobre un grupo de seguidores de la Alianza del Pueblo para la Democracia que vigilaba una de las puertas del acceso a la sede del Gobierno, aunque ese extremo fue negado por la Policía.

Cerca de un centenar de policías, provistos de porras y escudos, escalaron las altas verjas del palacio del Gobierno, mientras un número similar sorprendió a los manifestantes tras penetrar en el recinto por una de las puertas traseras.

En el interior del recinto, algunos manifestantes se enfrentaron a los policías, al tiempo que los miembros del equipo de seguridad de la alianza formaron un cordón de en torno a sus cabecillas para impedir que fueran detenidos.

Al menos una veintena una veintena de personas fueron detenidas por la policía, que se incautó de numerosos objetos contundentes, y según un portavoz oficial, encontró drogas en poder de algunos de los manifestantes.

El portavoz de la Policía, general Surapol Thuangthong, indicó que el objetivo de la operación fue la de entregar a los cabecillas la orden de desalojo del recinto dictada el día anterior por un tribunal de Justicia de Bangkok.

"No hemos querido dispersar a los manifestantes. La Policía no va a emplear la fuerza porque se trata de un asunto sensible", declaró a la prensa el general Thuangthong.

Por su parte, el coronel Norabun Nanna, señaló que tras cumplir su misión los agentes se retiraron de la sede del Gobierno, donde en su interior, estimó seguían cerca de 13.000 personas, además de otras 8.000 en el perímetro del palacio.

La carga policial tuvo lugar unas pocas horas después de que los manifestantes provistos de palos y otros objetos contundentes, expulsaran del recinto a unos 400 agentes que se encontraban allí desde el pasado martes.

Al anochecer, la policía disparó botes de gas lacrimógeno sobre unos dos mil manifestantes de la alianza antigubernamental que se manifestaban frente a la Dirección General de la Policía, en Bangkok, para exigir la entrega de los agentes que supuestamente habían agredido a activistas unas horas antes durante el asalto al palacio de Gobierno

Al menos tres personas resultaron heridas leves, según informó la televisión.

Las protestas callejeras comenzaron el pasado mayo, cuando los seguidores de la alianza acamparon y montaron un campamento con su escenario, frente al edificio de Naciones Unidas, para denunciar al Gobierno, que tachan de corrupto, de desleal a la Corona, y de ser un títere al servicio del ex mandatario Thaksin Shinawatra, depuesto en septiembre de 2006 mediante un golpe de estado.

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