El PSOE ha tenido que aceptar a regañadientes. No quería estudiar por partes la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) de 1985. Apostaba por una revisión global. Pero ayer cedió ante PP y BNG, que insistieron en desgajar de forma inmediata la regulación del sufragio de los emigrantes. Ambas formaciones reclaman que los españoles residentes en el exterior puedan votar en urna y no sólo por correo, y que los cambios lleguen a tiempo, antes de los comicios gallegos, previstos para la primavera de 2009.

Los grupos acordaron en la subcomisión electoral, que preside Alfonso Guerra, agilizar los trámites. El próximo día 19, acudirán al Congreso el director general de Política Interior del Ministerio del Interior y la de Asuntos y Asistencia Consulares, dependiente de Exteriores.

En paralelo, se requirió un informe a la Junta Electoral Central. Las dos comparecencias y el documento “servirán para analizar las dificultades logísticas de implantación del voto en urna fuera de España”, explicó Elviro Aranda, vocal socialista en la subcomisión.

Un día después, el 20, los ponentes analizarán si es factible hacer la reforma de la LOREG y si puede culminarse antes de las elecciones autonómicas gallegas, algo que los socialistas dudan. En todo caso, se tendrá como referencia la proposición de ley que el Parlamento gallego remitió en julio al Congreso. La iniciativa apuesta por el voto en urna, y fue respaldada por PP, PSOE y Bloque Nacionalista Galego (BNG).

Los conservadores desconfían del Gobierno. El diputado Celso Delgado tildó las peticiones de comparecencia del PSOE de “maniobras dilatorias” para ocultar su falta de voluntad política.