El PSOE no le pone pegas a la geometría variable. Le ha dado más 'éxitos' que fracasos, y le ha permitido componer un juego de alianzas parlamentarias mucho más rico. Fue la lectura del curso político que ayer dibujó el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso. Una interpretación optimista que asentó en un dato: de las 1.567 votaciones que el pleno de la Cámara ha acogido desde el arranque de la legislatura, en abril de 2008, hasta el martes, cuando se aprobaron definitivamente los Presupuestos de 2010, el PSOE ha ganado el 99%. Tan sólo ha sido derrotado por la oposición 13 veces (el 0,83%), la mayor parte de ellas de marzo a junio de 2009, cuando los socialistas sufrieron el castigo del PNV por acceder al Gobierno vasco con la ayuda del PP.

Alonso computó entre los 'éxitos' del Gobierno la aprobación de la financiación autonómica, la ampliación de los 420 euros a los parados sin prestación por desempleo desde el 1 de enero, la reestructuración bancaria y audiovisual, la ley ómnibus o la reforma del aborto. Y ha sido posible, resaltó, gracias a la 'gran capacidad de consenso' que ha exhibido el PSOE, de la que se ha quedado fuera el PP, autor de una política 'de tierra quemada'.

El Gobierno se halla, pues, 'objetivamente fuerte', y no débil, como le caricaturiza el PP. Y pretende remar en la misma dirección: 'Seguiremos en la misma línea de llegar a acuerdos con la mayor parte de los grupos', sostuvo.

En Alonso recayó el análisis optimista, porque de la prudencia se encargó la vicepresidenta primera. Teresa Fernández de la Vega no quiso poner nota al Gobierno. El Ejecutivo, dijo, 'ha hecho lo que tenía que hacer' en un año 'muy difícil', dominado por la crisis. 'No es momento de valorar, sino de trabajar', zanjó.