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PSOE, PNV y BNG recriminan al PP su doble rasero con los tránsfugas

Los conservadores justifican un caso en Gondomar porque el municipio era ingobernable

MARÍA JESÚS GÜEMES

La Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo se reunió ayer para analizar más de 30 casos pendientes. El encuentro se convirtió en una bronca en toda regla entre el PP y el resto de fuerzas políticas. El partido de Mariano Rajoy se mostró indignado porque lo ocurrido en Benidorm (Alicante) donde 12 ediles del PSOE y un tránsfuga del PP arrebataron el poder a los conservadores el pasado mes de septiembre se remitió a la Comisión de Expertos para su estudio.

La tensión arrancó al discutirse la situación de Gondomar (Pontevedra), donde el PP se hizo con la alcaldía con cuatro tránsfugas del PSOE. El secretario nacional de Política Local del PP, Juan José Matarí, defendió que no era un caso tan claro de transfuguismo porque en aquel municipio se vivía 'una absoluta falta de gobernabilidad' y que, por tanto, debía ser analizado con mayor detenimiento.

Los socialistas denuncian la actitud 'fanfarrona y cínica' del PP

A continuación, le tocó el turno a Benidorm. PP y PSOE estaban de acuerdo en denunciar la situación. Pero el representante del Bloque Nacionalista Galego, Francisco Jorquera, pidió la palabra para reprochar a los conservadores su 'doble vara de medir'. 'No podemos admitir que el PP convierta Benidorm en el gran escándalo cuando en Galicia se están beneficiando de ello y buscan justificaciones. Desde que ganó Alberto Núñez Feijóo esto se está convirtiendo en práctica reiterada. Lo hacen por sistema y nosotros haremos lo propio. Que se tome nota', señalaba ayer Jorquera tras más de dos horas de Comisión. El PNV intervino después para sumarse a estas críticas.

La postura de ambos partidos impidió que se alcanzara la unanimidad que se requiere y, por tanto, que el Pacto declarara tránsfugas a los concejales de la localidad alicantina. Ahora habrá que esperar al dictamen de la Comisión de Expertos, que podría demorarse hasta medio año.

Para el PP, los nacionalistas gallegos actuaron por 'revancha' y 'sin argumentos'. Matarí considera que lo de Benidorm es de 'juzgado de guardia' y no entiende cómo no se han tomado cartas en el asunto. Cree que la postura del BNG fue 'obstruccionista' y que el papel de Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, no hace más que contribuir a la sensación de que este órgano 'avanza hacia la inutilidad más absoluta'.

Los conservadores denunciaron a la salida que, además, en Benidorm aún existía el grupo socialista y que tenían un acta del pasado 17 de noviembre donde se demostraba que seguían votando. Por eso pidieron que Chaves 'al menos' aplicase el artículo 73.3 de la Ley de Bases del Régimen Local.

El responsable de Política Municipal del PSOE, Antonio Hernando, resaltó ayer 'la lección' que le habían dado al PP. Hernando defendió 'la utilidad' del Pacto y censuró la actuación de los conservadores. 'Todos los partidos le han dicho que se tiene que aplicar a rajatabla las mismas reglas que exigen a los demás. Nunca reconocen nada y los demás no están dispuestos a seguir haciéndole el juego', denunciaba Hernando. A su juicio el PP mantiene una actitud 'fanfarrona' y 'cínica'.

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