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El PSOE provoca: "¿Quieres que vuelvan?"

Touriño inicia la campaña en un convento movilizando el voto juvenil

JUAN CARLOS ORTIZ

'¿Quieres que vuelvan?' Bajo esta pregunta se asoma un Manuel Fraga con aspecto de enterrador sosteniendo, a modo del ventrílocuo José Luis Moreno, un muñeco bobalicón con los rasgos de Alberto Núñez Feijoo. Es el inquietante cartel electoral creado por Xuventudes Socialistas de Galicia que reproduce, con fiereza, el mensaje que un educado Emilio Pérez Touriño lanzó ayer en Santiago en su primer acto de campaña y ante un auditorio exclusivamente compuesto por jóvenes. 'Tenéis todo en vuestras manos', les retó. 'Si hay una arma cargada de futuro, es el voto', concluyó.

La guía de campaña de los socialistas gallegos no deja lugar a las dudas. El documento sostiene que los conservadores han cifrado todas sus esperanzas en ganar las elecciones a costa de una elevada abstención. Y los más proclives a no dejarse ver por la urnas el próximo 1 de marzo son los más jóvenes.

El escenario escogido por el candidato socialista para arrancar la campaña fue el patio de un convento franciscano del siglo XIII reconvertido ahora en un hotel de cuatro estrellas. El formato elegido fue un talk show donde Emilio Pérez Touriño respondió a las preguntas de los asistentes. Eso sí, cuidadosamente seleccionadas, ya que el presidente hablo básicamente de empleo, vivienda y del noitebus, un servicio de transporte nocturno que acerca a los noctámbulos a las zonas de copas sin necesidad de ponerse al volante.

Entre la rutina de cifras y porcentajes, variadas promesas y proclamas ideológicas, al final del acto saltó la noticia: el noitebus hará servicios especiales en la patria gallega del carnaval, Ourense. Sonrisas y conato de aplausos.

Para Touriño, el 1 de marzo se dilucida si Galicia mantiene el camino iniciado hace cuatro años o por el contrario comienza un segunda etapa de cambio en que 'la apuesta por la modernidad sea definitiva y, en muchos sentidos, irreversible'. El PP, sostienen los socialistas, mantuvo a Galicia durante 16 años 'políticamente adormecida, socialmente atrasada y controlada por prácticas de poder incompatibles con una democracia moderna'.

En las últimas generales, 750.000 gallegos dieron su voto a Zapatero. Touriño está empeñado en que esas mismas personas regresen a las urnas el 1 de marzo con la papeleta del puño y la rosa. Entre otras razones, porque, tras perder en 2005, el PP de Núñez Feijóo habría aceptado convertirse en una pieza de cambio más en la estrategia de Rajoy para desalojar a Zapatero de la Moncloa, según la guía de campañ socialista. Qué tiempos aquellos en los que Fraga se construyó un discurso ajeno al de la calle Génova.

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