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Putin aprueba un plan anticrisis de emergencia y ajusta el presupuesto

EFE

El Gobierno ruso reconoció hoy que la era de los petrodólares ha terminado y ha llegado la época de las "vacas flacas", al aprobar un plan anticrisis de emergencia y ajustar el presupuesto, deficitario por primera vez en una década.

"Los próximos años ya no podemos contar con obtener superingresos petroleros adicionales que resuelvan de golpe nuestros problemas", admitió el primer ministro ruso, Vladímir Putin, durante la reunión del Gobierno.

El Ejecutivo aprobó el ajuste del presupuesto, que aumentó el déficit debido a una inyección adicional de 1,6 billones de rublos (46.484 millones de dólares, 35.707 millones de euros) para combatir la crisis.

El déficit del presupuesto ajustado será este año de 3 billones de rublos (87.158 millones de dólares, 66.952 millones de euros), lo que equivaldrá al 7,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), informó Putin, según la agencia Interfax.

"No es poco, pero tampoco desorbitado. Considero que nuestra actitud en la situación actual es responsable", puntualizó el primer ministro.

Los ingresos del presupuesto, que inicialmente se preveían de 10,9 billones de rublos, ahora serán de 6,7 billones (194.653 millones de dólares, 149.526 millones de euros).

La partida de gastos será de 9,7 billones de rublos (281.810 millones de dólares, 216.478 millones de euros), precisó.

El presupuesto, con un PIB de 40,42 billones de rublos (1,174 billones de dólares, 0,9 billones de euros), fue calculado a partir de las previsiones de que el precio del crudo ruso de la marca Urals será de 41 dólares por barril.

Putin subrayó que el déficit será cubierto con dinero del Fondo de Reservas acumulado en los años de bonanza, mediante la rigurosa recaudación de impuestos y, en caso extremo, con préstamos internos, no en el extranjero.

"Debemos tener en cuenta que el presupuesto será deficitario no sólo este año, sino, lo más probable, otros varios más", pero la solución de ese problema se llevará a cabo "con métodos civilizados" y "en ningún caso" mediante la emisión adicional de moneda, que únicamente desataría la inflación, agregó.

La previsión es que la inflación este año sea del 13-14 por ciento, similar a la de 2008, cuando llegó al 13,3 por ciento, pero la tarea del Gobierno es procurar reducirla hasta el 10 por ciento en 2010 y al 7,5 por ciento en 2011, según el programa aprobado.

La primera de las siete prioridades del Ejecutivo será "garantizar la protección social de la población y cumplir todos los compromisos asumidos por el Estado ante los ciudadanos".

Putin subrayó que el Gobierno "mantiene la financiación necesaria de los programas sociales claves en los campos de la demografía, educación, sanidad, pago de pensiones y en investigación más desarrollo (I+D)".

La segunda tarea es "preservar el potencial industrial y tecnológico de la economía de Rusia", y la tercera aumentar la demanda interna, dando preferencia a la producción interna ante la importación.

La cuarta prioridad consiste en coordinar las medidas a corto y medio plazo con las refrendadas en el programa de desarrollo del país a largo plazo, calculado hasta 2020, y la quinta prevé reducir las "barreras administrativas" con las que choca la libre empresa.

La tarea número seis es "apoyar el sistema financiero nacional, incluida la banca y el mercado de valores", y la séptima "aplicar una política macroeconómica responsable que permita contener la inflación en los niveles previstos".

El Servicio Federal de Estadísticas informó hoy de que el número de parados en Rusia aumentó de 6,1 millones de personas en enero a 6,4 millones en febrero, lo que equivale al 8,5 por ciento de la población activa.

Al tiempo, en las oficinas de empleo en febrero sólo se habían registrado dos millones de parados, de los cuales reciben subsidios de desempleo 1,7 millones de personas.

Según el Ministerio ruso de Economía, la economía nacional se contraerá un -2,2% en 2009 y las inversiones podrían caer en torno al 14 por ciento.

La economía rusa creció un 5,6% en 2008, el peor resultado desde 1999, cuando decreció un 4,9%, debido a la suspensión de pagos, que convirtió en papel mojado los ahorros de los rusos.

Durante los últimos ocho años, la economía rusa creció por encima del 7% en 2000 (10%), 2001, 2002, 2003, 2004 y 2007 (8,1%), mientras que en 2005 aumentó un 6,4 y en 2006 un 6,8%.

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