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Putin no cierra acuerdo sobre gas natural pero logra inversión china en Rusia

EFE

La primera jornada de la visita a China del primer ministro ruso, Vladímir Putin, se cerró sin el esperado acuerdo para la venta de gas natural al gigante asiático, aunque sí se logró que el fondo soberano de este país se comprometa a inyectar 1.000 millones de dólares en un nuevo fondo de inversión de Rusia.

En virtud del acuerdo, China Investment Corporation (CIC), una de las gestoras de la cuantiosa reserva de divisas del país asiático, participará en el Fondo de Inversión Directa de Rusia, una iniciativa patrocinada por Moscú para fomentar la construcción de infraestructuras y otros grandes proyectos a nivel nacional.

En un principio, CIC invertirá 1.000 millones de dólares, que unidos a una cantidad equivalente aportada por la parte rusa financiarán proyectos que en un 70 por ciento de los casos se llevarán a cabo en suelo ruso o en países de la órbita aduanera de ese país, como Kazajistán o Bielorrusia, abarcando sectores como las infraestructuras, la logística o la agricultura.

Otro 30 por ciento de esta inversión se dirigirá a proyectos en China, según responsables del fondo ruso, que espera aumentar el capital gestionado a 4.000 millones de dólares en el futuro y confía en que la parte china aporte en torno a cuatro quintas partes del total.

Según los analistas, la inyección china es vital para aumentar la confianza internacional en la economía rusa, con fama de cerrada y poco amiga de las empresas foráneas (especialmente en el caso de las firmas chinas).

Sin embargo, hoy no se lograron avances significativos en las negociaciones para la venta de gas natural ruso a China, que se prolongan desde hace tres años y que, según aseguró Putin tras su reunión con el primer ministro chino, Wen Jiabao, se encuentran en su "tramo final".

Las dos partes siguen sin ponerse de acuerdo respecto al precio de los 70.000 millones de metros cúbicos que se negocian, un importe que el monopolio estatal ruso Gazprom quiere acercar al que pagan habitualmente países europeos, mientras que la china CNPC (mayor petrolera del país asiático) pide que sea menor.

El viceprimer ministro ruso, Igor Sechin, quien también se encuentra en Pekín para proseguir las negociaciones, aseguró hoy que en las próximas dos semanas ambas partes concretarán más las cantidades del acuerdo, basándose en parámetros como el consumo chino o la fuente del suministro.

En la reunión de Putin con Wen, celebrada en el Gran Palacio del Pueblo (al oeste de la plaza de Tiananmen), los dos políticos coincidieron en la necesidad de expandir la cooperación bilateral y prometieron la búsqueda de soluciones para los problemas "ocasionales" entre ambos países.

Aunque Moscú y Pekín se encuentran en un buen momento de lazos, en contraste con el recelo que se mostraron durante décadas, sigue habiendo esporádicas fricciones en temas como la creciente emigración china al Lejano Oriente ruso, o disputas territoriales en torno a islas del río Amur (fronterizo entre ambos).

Las dos potencias han aumentado su relación en nuevos foros multilaterales como la Organización para la Cooperación de Shanghái o el bloque de países emergentes BRICS, en el que también se incluye a Brasil, India y Sudáfrica, y suelen hacer causa común en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde son miembros permanentes (recientemente vetaron una resolución contra Siria).

China es el primer país al que viaja Putin tras haber anunciado su candidatura a presidir nuevamente Rusia, y para los observadores es una muestra de que la región Asia-Pacífico es su objetivo primordial en política exterior.

Analistas chinos señalan que Pekín ve con buenos ojos un regreso de Putin a la jefatura del Estado, en contraposición al "europeísmo" del actual máximo gobernante ruso, Dmitri Medvédev.

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