El pasado jueves, la drag Shangay Lily sacó los colores a Mariano Rajoy en un la presentación de un libro en la sede del Círculo de Lectores de Madrid. Se sentó en la primera fila y, antes de que ningún interviniente comenzara a hablar, se levantó y se dirigió al presidente del PP para denunciar la homofobia en su partido. A su llegada, algunos responsables de prensa, temerosos ante una posible acción de la drag, intentaron buscarle un sitio más discreto. Pero no lo lograron y Shangay Lily consiguió su objetivo.

¿Cuándo ideó la protesta?

Cuando Rajoy tuvo la infeliz idea de decir que no se comprometía con el matrimonio homosexual, pensé que había que hacer algo. Hay mucha gente que está defraudada y despistada, que está sintiendo mucha angustia. Sólo quería dar voz a los que se sienten invisibles.

¿Cómo lo planeó?

Sabía que era importante llegar pronto, cuando la sala estuviera medio vacía. Me senté en primera fila e intentaron, de forma amable, que me sentara en otro lado. Me dijeron que con mi turbante no se iba a ver nada. Luego unos gorilas se pusieron a mi lado y sentí como si me estuvieran echando de un bar que está a punto de cerrar. Cuando el acto estaba a punto de comenzar, una responsable de prensa se acercó y me dijo: “Los tienes cagados”.

¿Cómo ha reaccionado la comunidad LGTB?

Llevo 17 años en el mundo del activismo y me siento legitimada para hablar en nombre del colectivo homosexual. Hoy [por ayer] han sido todo felicitaciones. En mi página de Facebook he tenido decenas de mensajes de personas que daban la enhorabuena.

¿Qué le parece la actitud del PP frente al matrimonio homosexual?

Me da rabia que intenten desandar el camino andado, es algo muy serio. Rajoy no puede venir ahora a frivolizar con los derechos y la igualdad de los ciudadanos para complacer a los sectores más reaccionarios de su partido.

¿Qué pensó cuando se estaba dirigiendo a Rajoy?

Cuando estaba a un dedo de su nariz le vi como aturdido, ausente. Me impactó mucho, parecía que estaba en otro lado. Creo que en realidad estaba pensado en qué bien le quedaría mi turbante.

¿Qué pasó después?

Fue todo muy rápido, pero la gente estaba atónita. Yo estaba pendiente de decir bien lo que quería decir. Al principio, el personal de seguridad me empujó bastante porque querían evitar la foto con Mariano Rajoy. Luego me acompañaron hasta la salida y me marché. Yo ya había cumplido.