El piloto finlandés de Fórmula Uno Kimi Räikkönen (Ferrari) declaró hoy que los malos resultados que ha cosechado esta temporada no se deben a que le falte motivación, sino a un cúmulo de contratiempos, sobre todo en los grandes premios disputados en circuitos urbanos.

El finlandés, vigente campeón del mundo, respondió una vez más a las críticas que ha recibido desde distintos sectores a raíz de sus malas actuaciones, y que culminaron con el atropello de un mecánico y la posterior rotura del motor en el Gran Premio de Europa disputado el pasado domingo en Valencia.

"Si alguien tiene dudas sobre mi motivación, que las tenga. Lo único que yo puedo decir es que, ahora mismo, estoy más motivado que nunca", afirmó el finlandés a través de su página web.

"La vida sería mucho más fácil si uno pudiera ganar siempre. Pero a veces las cosas no ocurren como uno quiere, por mucho que lo intentes", añadió.

Räikkönen hizo balance de sus peores carreras esta temporada, y constató que en la mayoría de ellas no hubo nada que él pudiera haber hecho para mejorar su resultado.

Es el caso de Melburne y Valencia, donde tuvo que abandonar por fallos mecánicos, Mónaco, donde un bache le hizo chocar contra el alemán Adrian Sutil (Force India), y Montreal, donde él mismo fue arrollado por el británico Lewis Hamilton (McLaren) en el "pit lane".

Sin embargo, el finlandés sigue confiando en sus posibilidades de revalidar el título de pilotos. Al fin y al cabo, a estas alturas de la temporada pasada nadie excepto él mismo creía que finalmente sería capaz de hacerse con el campeonato.

"Esto aún no se ha acabado. Seguiré luchando para conseguir los resultados que quiero. Todavía queda un tercio del campeonato y eso es suficiente para contraatacar", aseguró.

Räikkönen tiene todas sus esperanzas puestas en el circuito belga de Spa, donde el 7 de septiembre se disputará el próximo gran premio.

"Es el mejor de todos los circuitos y, con un poco de suerte, por fin seremos capaces de lograr que el coche funcione como yo quiero", afirmó.