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Rafael Chirbes, sorprendido y satisfecho por "un premio independiente"

EFE

El escritor valenciano Rafael Chirbes se mostró sorprendido y contento al conocer que había sido galardonado con el Premio de la Crítica, en la modalidad de narrativa, por su novela "Crematorio", "ya que se trata de un premio que se supone es independiente al darlo gente de la profesión".

Este premio se une a la gran aceptación que la novela de Chirbes ha tenido entre sus numerosos lectores, hecho que también ha sorprendido al autor quien recordó en declaraciones a Efe que envió el libro al editor pensando que le iba a decir que se lo guardara en un cajón.

"Mi sorpresa fue recibir un correo a los diez días de enviárselo en el que me decía que le parecía uno de los mejores libros que había leído en los últimos años. Para mi fue una sorpresa ya que lo escribí en un estado tan oscuro que ni siquiera tenia una visión del libro, ni creía que pudiera tener una acogida favorable".

Convertido en un autor ineludible de la narrativa española contemporánea, Chirbes comentó tras conocer que había sido premiado por la Asociación Nacional de la Crítica Literaria, que en "Crematorio" se muestra "cómo, en un mundo en el que han desaparecido los dioses, las ideas de la gente de mi generación, todo eso se ha ido degradando en una sociedad corrupta, con una corrupción que afecta a todos porque nadie está al margen".

Se trata, pues, de una obra "pesimista porque vivimos un tiempo con escasa esperanza. El público civil cada vez pintamos menos en las decisiones. Esa sensación esta ahí junto a la de deriva, de que todo es un espacio privado, nada esta al servicio de los demás. Hay una verborrea de bondad y hemos convertido todo en víctimas para sentirnos más humanos".

Transcurridos nueve meses desde que terminó de escribir el libro, su autor reconoce que no tiene una idea muy clara sobre él. "Uno escribe los libros, pero no acaba de saber de lo que tratan hasta que no los termina, y no acaba de digerirlos hasta bastante tiempo después".

"Crematorio", que ahora está empezando a asimilar, "es un libro muy duro, muy pesimista, y llegue a preguntarme si era moral publicarlo, pero creo que los novelistas no somos curas ni políticos ni vendemos esperanzas y por ello hay que contar lo que hay dentro de uno mismo. Uno mismo como lugar en que se entrecruzan las contradicciones del tiempo en que vives, porque somos nuestro tiempo".

El escritor reconoce que "Crematorio" le ha resultado "muy antipático de escribir" y quizá por ello "este bien. Cuando sufres al escribir un libro probablemente es porque toca cuerdas sensibles. Todos los libros son un poco como el torno del dentista y cada uno de ellos responde al momento en que estas".

Al igual que su título, "Crematorio" es un libro "un poco terminal" por lo que Rafael Chirbes afirma que el siguiente no sabe por donde va a ir. "La verdad es que me dejó muy agotado, como de haber tocado fondo, aunque esa sensación también la tuve cuando acabe "Los viejos amigos".

Aunque insiste en que el libro por el que ha recibido el premio "es muy duro", reconoce que su lectura no es difícil "pues los que son de lectura difícil son aquellos que no dicen nada", y este intenta decir mucho.

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