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Rajoy: "Si te tiran piedras, te apartas hábilmente"

El líder del PP fija el 'camino' que deben seguir los suyos y les aconseja que no se desvíen aunque haya 'curvas' o 'descarrilen'

 

MARÍA JESÚS GÜEMES

Eran casi las dos de la tarde del día 1 de julio y Luis Bárcenas aún no había dimitido como tesorero del PP. Esa podía haber sido la frase recurrente de ayer, realizada al estilo de la de Mariano Rajoy cuando, en plena campaña gallega, pedía la cabeza del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, por haberse ido de cacería con el juez Baltasar Garzón. O de cuando exigía, en las europeas, explicaciones al vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, sobre la subvención de más de 10 millones de euros que recibió una empresa en la que trabaja su hija

El líder del PP fue a Cuenca para reunirse con los dirigentes y afiliados de Castilla-La Mancha. Allí insistió en que el nuevo 'horizonte' de su formación es ganar las municipales y autonómicas de 2011. 'Hemos fijado un camino', comentó al tiempo que recomendaba a los suyos que se centrarán en ese objetivo.

Pero lo mejor fue cuando, al llegar al final de su intervención, alertó de que, a lo largo de la senda, el PP podía dar con 'una curva' o 'descarrilar'. 'O a lo mejor te tiran una piedra que si te da en la cabeza te machaca pero que si te apartas hábilmente', dijo sin terminar la frase. Su solución: volver 'rápidamente' al carril. Cada uno de los presentes hizo su propia interpretación. Para algunos podía estar refiriéndose a los críticos, para otros al Gobierno, a Bárcenas...

Al senador por Cantabria, Rajoy ni lo mentó. Una semana después de que el Supremo decidiera hacerse cargo de su causa, el jefe de la oposición se mantuvo en silencio. El dirigente conservador lleva más de un mes sin dar una rueda de prensa la última fue en Gran Canaria el 28 de junio y evita a los periodistas en cuanto el caso Gürtel adquiere virulencia.

Rajoy prefirió ayer hablar otros temas que para él son 'capitales y a los que parece que no se les presta mucha atención'. Se refería a Garoña, a la subida de impuestos, a la decisión del Tribunal de Estrasburgo sobre Batasuna

En el partido, hay quien comienza a asimilar que la decisión sobre Bárcenas está en sus manos y que da igual todo cuanto se diga porque no variará su estrategia en un ápice. Rajoy seguirá protegiéndole hasta que exista una imputación formal. Algo que ayer comentó precisamente Manuel Fraga. El ex presidente de la Xunta indicó que el PP actuará cuando haya 'otro síntoma'. Es decir, que hasta que no suba la fiebre, la dirección del PP tratará de centrarse en la actualidad.

Dentro del PP cuentan que Bárcenas sigue peleando por 'orgullo', porque considera que no es justo el trato que le están dispensando. Algunos de los que le conocen bien defienden que estar en ese papel es delicado y que cuando le nombró Rajoy ahora se ha cumplido justo un año él sabía que significaba más trabajo y, sobre todo, que iba a estar más expuesto. Un amigo de Bárcenas cuenta, además, que tiene muchos enemigos internos porque por su cargo ha sido una de las personas que más veces ha tenido que dar un no por respuesta.

Rajoy quiere que en sus filas no se hable de ello y recomienda a todo el mundo que piense en la cita de 2011. 'El objetivo es ganar. Y no hay otro', afirmó contundente en varias ocasiones. Esa es ahora su gran meta. Algunos miembros del Comité Ejecutivo Nacional consideran que si se apunta otra victoria, su liderazgo estará totalmente garantizado. Tanto que no le haría falta siquiera convocar un congreso nacional para reafirmarse como candidato a la Moncloa, algo que, en cualquier caso, ya ató en el cónclave de Valencia de 2008.

Los que le rodean, sin embargo, están convencidos de que lo hará. Si logra un triunfo, para reivindicar sus éxitos tal como hizo el pasado sábado. Si pierde, para pedir la confianza de los suyos con una estela de sucesores más despejada.

Además, Rajoy persigue otro tanto. Quiere arrebatar a los socialistas el feudo castellano-manchego. Ayer insistió en que su partido obtuvo, en las europeas de 2004, 3,5 puntos de diferencia con el PSOE. Y en esta última cita, 11,5. 'Hemos mejorado en ocho puntos', remarcó. Y expuso su plan: 'Hay que ganar al PSOE, en las cinco diputaciones, en el mayor número de alcaldías y María Dolores de Cospedal se tiene que poner al frente'. Para él es 'una auténtica necesidad' que los socialistas dejen el poder porque 'hay un Gobierno que aburre, se aburre, languidece y se limita a estar'.

Para que nadie le acusará de no tocar el resto de los palos, Rajoy hizo repaso. Afirmó que su formación iba a ser 'leal' con el Gobierno vasco. Se mostró 'orgulloso' del respaldo a la Ley de Partidos que aprobó su Gobierno. Presumió de haber ganado el 7-J con mejor resultado que Merkel y Sarkozy. Y retó al ministro de Industria, Miguel Sebastián, a que explique porque con el PSOE sube la luz y con el PP baja.

Sobre Garoña le pidió a Zapatero que reconsiderase su postura porque de ello dependían muchos puestos de trabajo. Y en financiación autonómica dijo que tenía la sensación de que se había 'engañado a todo el mundo'. Terminó prometiendo que su partido iba a ser 'constructivo' y que iba a apoyar el decreto ley de las cajas.

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