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Rasgos de la frecuencia cardíaca revelan problemas en prematuros

Reuters

Por Megan Brooks

Controlar las característicasde la frecuencia cardíaca (CFC) en los bebés con muy bajo pesoal nacer mejora su supervivencia, indicó un estudioestadounidense.

El monitoreo constante de la CFC durante la internación"permite detectar problemas muy precozmente y lograr que losmédicos y las enfermeras los atiendan en el momento indicado",dijo el doctor Joseph Randall Moorman, de la University ofVirginia en Charlottesville.

Moorman es el responsable médico de la Corporación deCiencia Médica Predictiva, que produce el sistema de monitoreoHeRO utilizado en el estudio y cofinanció la investigación conlos Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Con su equipo sostiene que controlar la CFC permitedetectar reducciones subclínicas de la variabilidad y lasdesaceleraciones transitorias de la frecuencia cardíaca antesde que el bebé desarrolle sepsis.

En un estudio previo, los autores habían desarrollado yvalidado un índice de CFC y demostraron que sirve paracomplementar los resultados de los análisis de laboratorio ylos signos clínicos. El índice se calcula en tiempo real con elsistema HeRO y aparece continuamente en una pantalla junto a lacama del paciente.

En el nuevo estudio, publicado en Journal of Pediatrics, elequipo puso a prueba el sistema en un ensayo controladorandomizado con 3.003 bebés con muy bajo peso al nacer. En ungrupo se mostró el valor del monitoreo de las CFC y en el otrose enmascaró.

Los bebés con las CFC en pantalla registraron unos 2,3 díasmás de vida y sin asistencia respiratoria (resultado primariocompuesto) que los bebés con las CFC enmascaradas. Esadiferencia no es estadísticamente significativa.

Pero sí hubo una reducción relativa clínicamentesignificativa (del 22 por ciento) de la mortalidad: del 10,2 al8,1 por ciento en los bebés con las CFC en pantalla.

"Con solo encender la pantalla para que los médicos y lasenfermeras pudieran ver los valores, le salvó la vida a uno decada 48 bebés con muy bajo peso al nacer (menos de 1.500gramos) y a uno de cada 23 bebés con peso extremadamente bajo(menos de 1.000 gramos)", dijo Moorman a Reuters Health.

No se registraron diferencias significativas en la cantidadde días de internación en la unidad de terapia intensivaneonatal (UTIN) o de tratamiento con antibióticos.

Moorman opinó que el monitoreo de las CFC en bebés de muybajo peso al nacer "debería ser estándar en la atención". Conesto coincidió la doctora Karen Fairchild, neonatóloga de laUniversity of Virginia y que no participó del estudio ni tienelazos económicos con la empresa.

"Vi varios casos en los que el valor HeRO aumentaba y losbebés 'lucían bien', pero luego desarrollaron una infecciónsanguínea grave", dijo Fairchild a Reuters Health.

"El beneficio del monitoreo es que detecta patronescomplejos de la frecuencia cardíaca asociados con enfermedad (yque los médicos no ven en un monitor común) y los convierte enun valor", añadió.

"Si ese valor aumenta, los enfermeros y los médicos recibenuna señal de alerta para controlar al bebé, identificar signosde infección y determinar si necesita antibióticos. Creo que,ahora que el estudio HeRO aparece publicado y muestra unareducción del 20 por ciento de la mortalidad, el sistema demonitoreo se transformará en un estándar de la atención de losprematuros con muy bajo peso al nacer en las UTIN", señaló.

La doctora Judy Aschner, de la Escuela de Medicina de laVanderbilt University y directora de la División deNeonatología del Hospital de Niños Monroe Carell Jr., enNashville, también pudo conocer los beneficios del uso delmonitoreo de las CFC.

Aschner es coautora del nuevo estudio, pero no posee lazoseconómicos con la empresa.

"Conocí la importancia del valor HeRO para predecir lasepsis neonatal como docente de la Wake Forest Universityvarios años antes de trasladarme a la Vanderbilt University",dijo.

"El valor HeRO ya está muy afianzado en la práctica diaria;los enfermeros lo registran dos veces por día en la historiaclínica como hacen con el resto de los signos vitales, y seanalizan en las rondas matutinas de practicantes con elneonatólogo interviniente", especificó.

FUENTE: Journal of Pediatrics, 2011

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