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Rebekah Brooks, última víctima del escándalo de las escuchas ilegales del News of the World

EFE

Rebekah Brooks, la mujer de confianza del magnate de prensa Rupert Murdoch en el Reino Unido, se convirtió hoy en la última víctima del escándalo de las escuchas telefónicas ilegales del desaparecido dominical sensacionalista "News of the World".

Después de días de fuertes presiones de políticos y afectados por los pinchazos, Murdoch terminó por aceptar la dimisión de Brooks, la cara más visible de un escándalo que ha conmocionado al Reino Unido, como consejera delegada de News International.

La directiva, que ya había ofrecido su renuncia pero le fue denegada, comunicó su decisión a través de un correo electrónico interno a los trabajadores del News Internacional, rama británica de News Corporation, el imperio periodístico de Murdoch.

Protegida a capa y espada por Murdoch, que se negó hace días a aceptar su primera oferta de dimisión, Brooks justificó su marcha para facilitar la solución a la actual crisis que vive la compañía.

La periodista, que se mueve como pez en el agua entre los círculos del poder, fue directora del "News of World" entre 2000 y 2003 y la primera mujer directora del diario "The Sun" entre 2003 y 2009, cuando pasó a ser consejera delegada de News International.

"Mi deseo de mantenerme (en el puesto) se ha transformado en el centro del debate. Esto distrae la atención de nuestros sinceros esfuerzos por arreglar los problemas del pasado", indica su mensaje.

Brooks presentó su dimisión pocos días antes de comparecer ante el Comité de Medios de Comunicación de la Cámara de los Comunes para declarar sobre unas actividades periodísticas ilegales y sin escrúpulos, de las que fueron víctimas familiares de víctimas de crímenes, terrorismo y soldados caídos en combate.

Si bien fue en 2006 cuando se desveló por primera vez que el "News of the World" había recurrido a las escuchas para conseguir jugosas exclusivas, la trama alcanzó nuevas proporciones la semana pasada al revelarse el caso de la niña asesinada Milly Dowler, cuyo móvil fue intervenido después de desaparecer en 2002.

Como una bola de nieve, el escándalo ha ido creciendo día a día, hasta el punto de que Murdoch se vio obligado a cerrar el día 10 el "News of the World" y a retirar este miércoles su oferta por todas las acciones del canal de pago SkyB, una de sus grandes ambiciones empresariales.

El primer ministro británico, David Cameron, que hace días se mostró a favor de la partida de Brooks de News International, calificó hoy su dimisión de "decisión correcta".

Por su parte, el líder laborista, Ed Miliband, aplaudió que finalmente Rebekah Brooks haya optado por asumir su responsabilidad pero insistió en que el problema no es una persona, sino "la cultura de una organización", en referencia al imperio Murdoch.

"Rupert Murdoch dice que News Corporation ha manejado las alegaciones extremadamente bien. Aún no se ha disculpado ante las víctimas inocentes de los pinchazos. Está claro que no entiende" lo que está pasando, opinó Miliband.

Después de que Brooks presentase su dimisión, News International informó de que este fin de semana pedirá disculpas a la población del Reino Unido por las escuchas, a través de avisos a toda página en los periódicos británicos nacionales.

La empresa, además, enviará cartas a las compañías que habitualmente insertan publicidad en los periódicos del grupo para mantenerlos al tanto de las medidas que está tomando, después de que varias de ellas decidieran dejar de anunciarse en sus medios por el escándalo.

Al tiempo, News International tiene intención de informar en el futuro sobre los pasos que piensa dar para superar los graves problemas destapados en las últimas semanas, una bola de nieve que no tiene trazos de resolverse a corto plazo.

Viviana García

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