La sangre de la crisis de la deuda pública aún no ha llegado al río. El Banco de España considera que 'los escasos datos disponibles' sobre el segundo trimestre de este año, correspondientes, sobre todo, a abril, 'apuntan, en general, a la continuación del proceso de recuperación de la confianza y de mejora de las expectativas de los agentes'.

Entre los indicios de que la recuperación continúa, el supervisor bancario cita el repunte de las matriculaciones (gracias a las ayudas del Plan 2000E), la mejora en el sector de bienes de equipo y unos indicadores del mercado de trabajo 'algo más positivos'. En la parte negativa están los datos ligados al turismo, 'muy afectados por el cierre del espacio aéreo' a causa del volcán islandés.

El informe espera que la destrucción de empleo siga 'moderándose'

La entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que atribuye el ligero repunte del PIB del primer trimestre (0,1%) a las exportaciones y al consumo, aprecia una 'ralentización en el ajuste del mercado de trabajo' y espera que el aumento del paro continúe 'moderándose' en el segundo trimestre. Sin embargo, advierte del aumento del número de desempleados de larga duración en el primer trimestre. Ya son 1,8 millones de personas, cifra que 'prácticamente duplica su nivel de hace un año'.

En su último boletín económico, correspondiente a mayo y publicado ayer, el organismo advierte de que la crisis de la deuda pública, que se inició con la amenaza de colapso de Grecia y que el mes pasado obligó a la UE a crear un superfondo de 750.000 millones para rescatar a países en riesgo de quiebra, aún no se ha trasladado a la economía real.

Más allá del desplome de las bolsas y del encarecimiento de la deuda pública, 'todavía no se han recogido señales sobre el impacto en la evolución económica a corto plazo del recrudecimiento de las tensiones financieras que ha tenido lugar en los mercados de deuda', dice el informe.

El plan de recortes contribuirá 'sustancialmente' a reducir el déficit

El Banco de España tampoco valora los efectos del plan de reducción del déficit público, que, según el Gobierno, lastrará la recuperación. El supervisor considera que las medidas, 'destinadas a acelerar la consolidación presupuestaria', harán que el objetivo de que el déficit pase al 3% del PIB en 2013 (el año pasado, acabó en el 11,2%) se vea 'sustancialmente reforzado'.