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Reino Unido investiga nuevo abusos del Ejército en Irak

Ex presos denuncian torturas similares a las de Abú Ghrai

 

ÍÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Presos desnudos obligados a formar una pila humana, fotografiados en posiciones indecentes y, al menos en un caso, violados por militares. Es la versión británica de las torturas de Abú Ghraib, en este caso en el sur de Irak.

El Ministerio de Defensa reconoció ayer que está investigando decenas de denuncias de torturas presuntamente ocurridas cuando las tropas británicas ocupaban el sur del país. Por primera vez, aparece implicado personal militar femenino que participó en los abusos sexuales, realizados simplemente con la intención de humillar a los detenidos.

La denuncia se conoció, no por un comunicado del Ministerio, sino por una información publicada ayer por The Independent. Se refiere a 33 casos, aunque el abogado británico de las víctimas afirma que pueden ser centenares. Los presos no se atrevieron a denunciar en su momento las torturas por miedo a posibles represalias, y sólo comenzaron a hacerlo cuando Londres retiró a sus tropas del sur de Irak.

Nassir Ghulaim fue detenido en abril de 2007 y conducido, junto a otros iraquíes, a una base británica. Un grupo de soldados les rodeó y les obligó a pelearse entre ellos, primero, y a colocarse uno encima de otro para ser fotografiados después, al igual que ocurrió en la prisión de Bagdad controlada por EEUU.

Uno de los jóvenes detenidos fue forzado a desnudarse y sufrió tocamientos. Ghulaim se negó a participar en las peleas y fue golpeado. A los tres días, fue liberado sin cargos.

Hussein Hashim Khinyab denuncia que fue torturado en un campo militar en 2006 y que militares femeninos le sometieron a abusos sexuales. Además, alega que los soldados mantenían relaciones sexuales frente a los presos.

Un soldado le puso un cuchillo en el cuello y otros dos le violaron

Un joven de 16 años fue reclutado en 2003 para que ayudara a llenar de arena los sacos para las trincheras. Después de hacer el trabajo, fue conducido a una habitación, donde dos hombres estaban practicando sexo oral. Un soldado le puso un cuchillo en el cuello y otros dos le violaron.

'Esto es muy similar a lo que estaba ocurriendo en Abú Ghraib y demuestra un intento de romper la voluntad de los detenidos', dice Mazin Yunis, un iraquí que trabaja en temas de derechos humanos en Gran Bretaña.

El viceministro británico de Defensa, Bill Rammell, recordó ayer que la mayoría de los 'más de 120.000 soldados que sirvieron en Irak lo hicieron mostrando la máxima integridad'.

 

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