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Las rentas altas ahorrarían como mínimo 20 veces más que las bajas con la reforma fiscal de los sabios

VICENTE CLAVERO

La reforma fiscal propuesta por la comisión de sabios que ha presidido el catedrático Manuel Lagares por encargo del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ahorraría, en el mejor de los casos, 885 euros anuales en concepto de IRPF a las rentas más bajas. Sin embargo, aquellos cuyos ingresos superan los 300.000 euros verían reducida su aportación por ese impuesto en no menos de 6.000 euros, siempre y cuando el Gobierno asumiera las sugerencias de la comisión.

Su informe plantea dejar en cuatro los siete tramos actuales del IRPF, de modo que el primero (hasta 17.707 euros) sea 'cuatro o cinco puntos' inferior al 24,7% actual y el último no exceda del 50%. Actualmente el tipo superior está en 52%, aunque hay comunidades donde llega al 56% (Andalucía, Cataluña), como resultado de la aplicación de los correspondientes recargos autonómicos.

Eso significa que las rentas sujetas al tope del 50% disfrutarían con seguridad de una rebaja de dos puntos, equivalente a 6.000 euros en el caso de unos ingresos anuales de 300.000. Si los contribuyentes residen en las comunidades que aplican los mayores gravámenes, el ahorro sería de seis puntos; es decir, 18.000 euros como mínimo, lo que supone un aligeramiento de la carga fiscal veinte veces mayor que el pretendido para las economías más modestas.

La modificación de la escala del IRPF no es la única ventaja que las rentas más altas obtendrían con la aplicación de las propuestas de la comisión Lagares. Entre ellas figura también una disminución de los tipos que pesan sobre los rendimientos del ahorro, que en el impuesto no se acumulan a los demás y, en consecuencia, reciben ya un trato más favorable que los del trabajo o las actividades económicas.

En este momento, quienes siguen teniendo capacidad de ahorro tributan al 21% sus rendimientos de capital hasta los 6.000 euros, al 25% hasta los 240.000 y al 27% el resto. Por lo tanto, un contribuyente que obtuviera, por ejemplo, 500.000 euros se ahorraría 30.000 gracias a las recomendaciones de los sabios, y eso si no recurre a instrumentos más ventajosos para la elusión de impuestos como las sicavs.

El informe de la comisión también plantea sacar los bienes inmuebles del IRPF, que es un impuesto progresivo, y hacerlos tributar sólo por el IBI, que no tiene en cuenta el nivel de renta de los propietarios. Los expertos propugnan, en paralelo, la supresión de la desgravación por primera vivienda, cuya repercusión es proporcionalmente mayor en las rentas más bajas, al tener un tope de 1.356 euros anuales por contribuyente.

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