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Los republicanos vencen a los demócratas por las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey

EFE

Los republicanos asestaron un duro golpe al Partido Demócrata del presidente Barack Obama al ganar en las elecciones de hoy las gobernaciones de los estados de Virginia y Nueva Jersey.

En Nueva Jersey, el republicano Chris Christie venció en un disputado escrutinio al titular demócrata, John Corzine, con un 50 por ciento de los votos contra 44 de su rival.

En Virginia, la victoria republicana fue mucho más clara y allí el conservador Bob McDonell confirmó el favoritismo de las encuestas y derrotó al demócrata Craig Deeds por una diferencia superior a los diez puntos porcentuales.

La victoria republicana en ese estado se hizo todavía más clara al confirmarse que sus candidatos también habían ganado la vice-gobernación, así como el cargo de fiscal general.

En Nueva York, el independiente Michael Bloomberg consiguió un tercer mandato como alcalde de la ciudad de los rascacielos.

Bloomberg, quien gastó cien millones de dólares en su campaña, fue declarado ganador de la contienda con un 48,9 por ciento de los votos contra un 47,6 por ciento de su rival demócrata, William Thompson.

Tal y como lo habían previsto las encuestas, los republicanos consiguieron recuperar la Gobernación de Virginia y colocar al conservador McDonell al frente del estado tras ocho años de dominio demócrata.

Virginia, que hace hoy un año votó mayoritariamente por el presidente demócrata, dio la espalda a Deeds, que a pesar de haber contado con el respaldo de Obama y del Comité Nacional Demócrata no consiguió conectar con el electorado.

Durante la campaña, su rival republicano, considerado como un "conservador muy conservador", evitó ahondar en temas sociales como el aborto y se concentró en la situación económica del estado. Una estrategia que indudablemente le dio buenos resultados.

Deeds, por su parte, no logró sacudirse de su estigma de ser un político de izquierda en un estado tradicionalmente conservador.

Más allá de Virginia y Nueva Jersey hoy se eligieron también legisladores en Nueva York y California para cubrir dos vacantes en el Congreso, así como alcaldes en Atlanta, Houston, Boston, Detroit y Pittsburgh.

Además, Maine realizó un referéndum sobre la ley a favor del matrimonio entre homosexuales aprobada en mayo y Ohio celebró una consulta para ver si permitía los casinos en el estado.

De todas esas contiendas, la más importante fue la del distrito electoral 23 de Nueva York, un recóndito y rural enclave al norte del estado que cobró un inesperado protagonismo.

El distrito se convirtió en símbolo de la lucha interna en el Partido Republicano entre el ala más derechista y los miembros más centristas.

La primera batalla la ganó el núcleo duro, que forzó la retirada de la republicana moderada Dede Scozzafava, quien tiró la toalla el sábado ante el empuje del independiente Doug Hoffman, respaldado por los conservadores del partido.

Allí la lucha por los votos parecía haberse intensificado sin un ganador claro, aunque el escrutinio de los sufragios emitidos en un 21 por ciento de las circunscripciones electorales favorecía al demócrata Bill Owens.

Según las proyecciones, Owens contaba con un 52 por ciento de los sufragios contra 43 por ciento emitidos en favor de Hoffman y sólo cinco por ciento para Scozzafava.

La posibilidad de una doble victoria republicana en Virginia y Nueva Jersey había sido anticipada por los expertos que indicaron que tendría un importante y negativo valor simbólico para la presidencia de Obama.

"Si los republicanos ganan en ambos estados tratarán de crear dudas sobre la fortaleza política de Obama", dijo Thomas Schwartz, de la Universidad Vanderbilt en Tennessee, antes de los comicios.

Un 70 por ciento de los consultados en Virginia en una encuesta divulgada la semana pasada por el diario The Washington Post afirmó no pretender que su voto sea un veredicto sobre la gestión de Obama.

Pero aun así, Schwartz dijo que el hecho de que el presidente se haya desplazado a ese estado en varias ocasiones para apoyar a Deeds permitirá a la oposición presentar una potencial derrota como un fracaso personal de Obama.

John Portman, de la Universidad de Virginia, enfatizó el cartel de ultra conservador que se le dio al ganador de la elección en ese estado.

"Virginia no sólo va a girar a la derecha, sino muy a la derecha", dijo Portman, quien explicó que los resultados en un estado que votó demócrata hace un año podrían repetirse en otros estados en las legislativas del año próximo.

Pero asesores de Obama indicaron que no se debería dar demasiada importancia a los resultados.

"Estas son elecciones locales. Hay mucho camino que recorrer entre ahora y noviembre próximo", dijo David Plouffe, director de la campaña electoral de Obama en declaraciones a la cadena de televisión NBC.

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