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La Reserva Federal empieza a retirar "modestamente" los estímulos a la economía

A partir de enero, baja de 85.000 millones de dólares a 75.000 millones de dólares sus compras mensuales de bonos

AGENCIAS

La Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed) anunció hoy que la economía del país ha mejorado hasta un punto en el que ya se justifica el comienzo del fin de su programa de estímulos monetarios. La retirada se aplicará 'modestamente', según el comunicado difundido por el banco central estadounidense.

Al término de su última reunión del año, el Comité de Mercado Abierto de la Fed indicó que bajará de 85.000 millones de dólares a 75.000 millones de dólares sus compras mensuales de bonos del Tesoro y títulos hipotecarios. 'A la luz del progreso hacia el empleo máximo y la mejoría del panorama en las condiciones del mercado laboral, el Comité decidió reducir modestamente el ritmo de sus compras de activos', afirmó la entidad. El cambio en la política de la Fed fue aprobado por 9 votos contra 1. Solo uno de los miembros votó contra estas decisiones: el presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, que sostuvo que la tasa de desempleo, actualmente en el 7 %, sigue siendo demasiado alta y que el ritmo de inflación, del 1,2 % anual está muy por debajo de la tasa considerada adecuada por la Reserva Federal.

El programa, que se ha extendido por 15 meses, busca ejercer presión a la baja sobre los costes de endeudamiento a largo plazo con el fin de estimular la inversión y la contratación. Esta impresión de dinero sin precedentes ha ayudado a impulsar las bolsas estadounidenses a niveles récord y ha provocado fuertes fluctuaciones en las monedas extranjeras, incluyendo una caída en los mercados emergentes este año en momentos en que los inversores anticipaban el comienzo del fin del estímulo.

Así, la Fed decide reducir en 5.000 millones de dólares (3.628 millones de euros) tanto las compras de valores respaldados por hipotecas, hasta 35.000 millones de dólares (25.396 millones de euros), como las de bonos del Tesoro a largo plazo, hasta 40.000 millones de dólares (29.023 millones de euros). Sin embargo, seguirá reinvirtiendo los beneficios obtenidos al vencimiento de los valores adquiridos con anterioridad. En su opinión, estas compras que aún realizará deberían 'mantener las presiones a la baja en los tipos de interés a largo plazo, apoyar los mercados hipotecarios y ayudar a hacer las condiciones financieras más acomodaticias en general, lo que debería promover una recuperación económica más fuerte'.

El banco central estadounidense remarcó que si la información futura apoya su previsión de una mejora de las condiciones del mercado laboral y de una inflación acercándose a sus objetivos podría reducir de nuevo las compras de activos de forma gradual en futuros encuentros. 'Sin embargo, las compras de activos no son una senda preestablecida, y las decisiones del Comité sobre sus ritmos seguirán supeditadas a las perspectivas económicas del comité, así como a la valoración de la probable eficacia y los probables costes de estas compras', agregó.

La Fed viene manteniendo los tipos de interés cerca de cero desde el 2008 y planea dejarlas allí por algún tiempo más, independientemente de la disminución de las compras de bonos. Catorce de los 17 miembros del comité consideraron que los tipos de interés deben permanecer en su actual nivel 'excepcionalmente bajo' al menos hasta 2015. En concreto, dos de los participantes en el encuentro vieron necesario subir los tipos en 2014, mientras que doce defendieron un incremento de la tasa rectora en 2015. Los otros tres miembros del Comité consideraron que la primera subida debería ser en 2016.

Por otro lado, la Fed destaca que la información recibida desde su reunión del mes de octubre sugiere en general que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un 'ritmo moderado', así como que las condiciones del mercado laboral ha mejorado de nuevo y la tasa de paro ha descendido, aunque siguen siendo elevada. Asimismo, constata que el gasto de los hogares y la inversión fija empresarial han aumentado, mientras que la recuperación del sector inmobiliario se ha ralentizado en los últimos meses. Además, añade que la política fiscal sigue limitando el crecimiento económico, aunque en un menor grado que en octubre.

En este contexto, el banco central estadounidense mejoró su proyección del Producto Interior Bruto (PIB) para este año, calculando que crecerá entre un 2,2% y un 2,3%, comparado con la previsión de un incremento entre el 2% y el 2,3% que hizo en septiembre.

En ese mes, la Fed había proyectado que la inflación este año estaría entre el 1,2% y el 1,3%, pero ahora calcula que quedará entre el 1,1% y el 1,2%. El banco central considera saludable un índice de inflación anual del 2%.

En cuanto al desempleo, mientras que en septiembre la Reserva Federal esperaba un índice entre el 7,1% y el 7,3%, ahora calcula que el año terminará con un desempleo del 7% al 7,1%.

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