Los socios del bar Ezpala de Pamplona, a cuyos responsables junto a los del bar Zurgai se les acusa de un delito de enaltecimiento del terrorismo por exhibir en el local fotos de presos de ETA, han considerado hoy esta imputación un "auténtico atropello jurídico y a la libertad de expresión".

Así lo ha señalado uno de los socios, Eneko Compains, quien junto a una treintena de socios y clientes del bar, ha comparecido en conferencia de prensa para desmentir la versión policial en la que se ha basado la iniciativa fiscal para la imputación, que el juez ha mantenido para los dos responsables y dos camareras de los locales, si bien ha desestimado la petición de cerrarlos temporalmente.

Aritz Ullate en euskera y Marivi Iroz en castellano han leído una nota en la que han asegurado que cuando el pasado 4 de agosto la Policía Nacional pidió la retirada de las fotos, "la camarera le dijo que el responsable no se encontraba allí, que ella no tenía potestad de decidir, y que se lo haría saber", de forma que tampoco los agentes las quitaron, si bien al recibir el mandato judicial el responsable quitó las imágenes.

"Por todo esto nos parece muy grave que cuatro personas estén imputadas por un delito de enaltecimiento del terrorismo y dos bares hayan estado bajo la amenaza de cierre", han dicho para apostar por la labor del bar como "agente activo del barrio" de Iturrama en el que se ubica, ya que "tenemos claro que la solidaridad está por encima de un puñado de fotos".

Por su parte, Compains ha incidido en el "atropello jurídico" que a su entender supone la decisión del juez de continuar con la imputación contra cuatro personas, ya que "esas fotos venían manteniéndose en el bar cerca de un año" y en ese tiempo la Policía había entrado en el local sin consecuencias.

"De la noche a la mañana, sin que cambien ni las normas jurídicas ni el Código Penal, tener esas fotos se convierte en delito", ha subrayado.