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La revolución entre pedales de las mujeres de Arabia Saudí

La campaña contra la prohibición de conducir a las saudíes se convierte en un símbolo de la lucha contra la discriminación por género de la monarquía alauí

SERGIO LEÓN

'Que la mujer conduzca debe ser su elección'. Algo que parece tan obvio, puede llegar a convertirse en un todo un acto de rebeldía. Arabia Saudí es el único país en todo el mundo que prohíbe a las mujeres ponerse a los mandos de un volante. Es una de tantas restricciones con las que el régimen de Riad somete los derechos de las saudíes. Ellas ya han comenzado su particular revolución y han hecho un llamamiento para que el próximo 26 de octubre todas las mujeres salgan a la calle con sus coches.

Algunas saudíes, aparte de ser detenidas, han perdido sus trabajos por desafiar la prohibición de conducir

Esta campaña, iniciada por un grupo de activistas saudíes, se remonta a 1990, cuando el gran muftí -mayor autoridad religiosa- de Arabia Saudí, el jeque Abdulaziz bin Baz, emitió un edicto religioso -o fatua- que llevó al Ministerio del Interior a imponer la prohibición de conducir a las mujeres. Desde entonces, y a pesar de que no exista una ley específica al respecto, ha habido una mayor represión, con detenciones y castigos severos contra aquellas que se atrevieran a ponerse al volante.

En 2007, un grupo de mujeres creó la Asociación para la Protección de las Mujeres en Arabia Saudí. Reunieron 1.100 firmas que presentaron al rey Abdalá para que levantara la restricción. En la década de los 90, todas las mujeres que desafiaron la prohibición, en su mayoría periodistas e intelectuales, fueron detenidas. Algunas incluso fueron despedidas de sus trabajos y a otras, junto a sus familias, se les prohibió viajar al extranjero. Hace dos años, tras las protestas iniciales en otros países de la Primavera Árabe y que en Arabia Saudí alentaron el activismo, otra campaña parecida acabó con el mismo resultado.

Lo normal es que las autoridades de la monarquía alauí arresten a las conductoras y se incauten del vehículo, hasta que el mehrem o tutor -un varón de la familia- se presente en la comisaría y firme un documento con el que se promete a no volver a repetir la 'infracción'. En varios casos, las detenidas se enfrentaron a cargos entre los que se incluía 'desafiar al monarca'. Una de ellas, Manal al Asharif, organizadora de la actual convocatoria, sólo pudo salir de la cárcel bajo pago de una fianza.

Un importante clérigo defiende que conducir lesiona los ovarios

La locura contra las conductoras es tal que el jeque Salé al Lohadien, un destacado jurista saudí y uno de los clérigos más importantes del país, aseguró hace pocos días que conducir lesiona los ovarios. 'Si una mujer conduce un coche sin que sea absolutamente necesario podría sufrir impactos psicológicos negativos', dijo. 

Las organizadoras de la iniciativa destacan que 'las mujeres de los acompañantes de (el profeta) Mahoma montaban caballos y camellos en su época. Las mujeres tenemos derecho a conducir en nuestra época moderna, a no ser que queráis que volvamos a montar mulas y caballos'. Las activistas recuerdan que no hay ninguna mención en la sharia -ley islámica- ni en ninguna ley que prohíba conducir a las mujeres. 'Si el Estado se niega a levantar esta prohibición, hacemos un llamamiento para que explique a los ciudadanos su justificación', reclama la campaña, que también exhorta a toda la población a colocar su logotipo en sus coches el día 26 y anima a las mujeres a que no cesen en su empeño y aprendan a conducir.

 

Miles de personas han dado su apoyo a la convocatoria -se recogieron casi 10.000 firmas en apenas dos días- a través de las redes sociales, que para las activistas suponen un método de difusión imprescindible. Gracias a Twitter y Facebook, la campaña ha ganado repercusión e incluso les medios de comunicación locales la han acogido de forma positiva. 'Estas mujeres se han convertido en un símbolo de la lucha contra la discriminación en Arabia Saudí', remarca Yolanda Vega, de Aministía Internacional.

Vega hace hincapié en la 'valentía' de las activistas que, a riesgo de ser detenidas por el mero hecho de subir a Youtube un vídeo de una saudí conduciendo, prosiguen con su desafío al régimen. La representante de la ONG espera que la campaña no sólo sirva para acabar con la prohibición de conducir, sino también con otras restricciones sociales y laborales en contra de las mujeres. Las saudíes no sólo no pueden manejar un vehículo. Necesitan la aprobación de un familiar masculino para cosas tan elementales como viajar, conseguir un trabajo, abrir una cuenta bancaria o tener acceso a asistencia sanitaria.

Un estudio alerta de que el 93% de las mujeres casadas han sido maltratadas al menos una vez

Los abusos contra las mujeres se producen en todos los ámbitos de su vida. Amnistía ha denunciado en multitud de ocasiones que las saudíes soportan torturas y castigos corporales. Incluso se han dado casos de condenadas a pena de muerte sin que ni siquiera se haya producido un juicio justo. Otras organizaciones como Human Rights Watch también han criticado la segregación de género implantada en el país y han denunciado que la tutela legal de los hombres sobre las mujeres les impide a ellas disfrutar de sus propios derechos.

Amnistía, además, alerta de una violencia de género muy extendida en el país. Ante ello, y viendo los límites a los que se estaba llegando, en mayo de este año la Fundación Rey Jaled, una asociación caritativa fundada por los hijos del monarca saudí, lanzó una campaña, la primera de este tipo en la historia de este reino ultraconservador, para animar a las mujeres a denunciar los maltratos. 

Un estudio en 2011 de la Asociación Nacional de Derechos Humanos alertaba de que el 93% de las mujeres casadas habían sido agredidas al menos una vez en sus vidas y que tan solo el 13% había demandado a su agresor. Las propias autoridades han reconocido la existencia de la lacra de la violencia machista en su país. El Ministerio de Asuntos Sociales creó un teléfono gratuito y en tan solo un año atendió 1.115 denuncias.

La campaña cuenta con un gran apoyo y en apenas dos días consiguió recopilar casi 10.000 firmas

Dentro de este clima, se desarrollará la nueva campaña contra la prohibición de conducir. Amnistía, como ya ha hecho en las anteriores ocasiones, da su apoyo y ya está preparando una serie de iniciativas. Yolanda Vega considera que esta vez la represión puede ser menor ya que, según apunta, las detenciones contra las conductoras se han reducido.

Lo cierto es que el el rey Abdulá ha aprobado algunas reformas, aunque muy tímidas, a favor de los derechos de las mujeres en los últimos dos años. En enero nombró a 30 mujeres en el Consejo de la Shura, que aconseja al Gobierno en la redacción de leyes, y a finales de 2011 aseguró que las saudíes podrían votar o presentarse como candidatas en las próximas elecciones municipales, los únicos comicios que tienen lugar en Arabia Saudí.

Asimismo, la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, el organismo que vela por el cumplimiento de los estrictos códigos islámico del reino alauí, también conocida como policía de la moral, anunció recientemente que no es competencia suya perseguir a las conductoras. Sin embargo, el pasado día 10, la Shura rechazó la propuesta de Latifa al Shaalan, una de las mujeres que integran el Consejo, y dictaminó que las saudíes seguirán sin tener derecho a obtener el permiso de conducir. Sea como sea, ya no hay vuelta atrás, la revolución entre pedales de las saudíes sigue su marcha y el próximo día 26 dará un nuevo acelerón.

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