Parece mentira, pero Rosendo Mercado todavía se pone nervioso ante el público. "No lo supero, es algo que va conmigo", explica el rockero español, que, cercano a cumplir cuarenta años de carrera, todavía conserva las ganas de "molestar" y anuncia nuevo disco para mayo.

"Cambian las formas, porque ya no soy lo que era a muchos niveles, pero el concepto lo tengo muy claro, la intención es la misma y ando bien de ilusión", asegura Rosendo, en una entrevista con Efe, sobre las motivaciones que le empujan a su nuevo trabajo discográfico.

El cantante y guitarrista mantiene que "la filosofía del rock'n' roll es dar la vara y decir que no cuando no te crees las cosas, y si hay que molestar se molesta". "El problema es que ya tengo doscientas y pico canciones editadas, y cuando me pongo a escribir ya no sé de qué hablar", bromea.

Sin embargo, Rosendo pronto se desdice y afirma que "hay muchas cosas por las que quejarse". "El nuevo disco no tiene un motivo específico, pero sí puedo decir que habrá un tema sobre la prensa del corazón, ese rollo infame de los programas de la chicha", detalla.

El tiempo se le ha echado encima al músico madrileño, que esta semana entra en el estudio y aún tiene "las cosas muy a medias". "La idea es que esté listo para mayo", confía.

Estandarte del rock nacional, Rosendo empezó su carrera con el grupo Fresa en 1972, por lo que se encuentra a un par de años de cumplir cuatro decenios en el negocio musical.

"Nunca pensé que iba a ser posible, y mucho menos teniendo en cuenta que el rock no tenía soportes en la época en que empecé", rememora sobre "el sueño" de aquel "jovencillo" que deseaba "grabar discos".

La cita con el artista se produce tras la presentación de "Bajo la corteza", un disco en el que varios artistas, como Miguel Ríos, Luz Casal o Extremoduro, versionan veintiséis piezas de Leño, la formación con la que Rosendo comenzó a hacerse un nombre.

"Leño me permitió integrarme en el circuito profesional y me siento muy afortunado por formar parte de su historia", proclama este carabanchelero que, junto a Ramiro Penas y Tony Urbano, completaba una formación que ahora ha decidido dedicarse un autohomenaje.

"Si no lo hubiéramos hecho nosotros, muchos grupos no habrían podido participar, porque a las compañías no les interesan", lamenta Rosendo.

Varias casas discográficas rechazaron el proyecto por la inclusión de "artistas poco conocidos". "Sólo quieren a los más famosos, los típicos en definitiva, y nosotros no queríamos dejar fuera a grupos como La Leñera, que llevan nombres de nuestras canciones", manifiesta Mercado.

Un cuarto de siglo después de la desaparición de Leño, Rosendo no termina de explicarse la trascendencia posterior del grupo. "Ojalá hubiera pasado esto cuando estábamos juntos; igual no nos habríamos separado y habríamos terminado como los Rolling Stones", comenta con sorna.

Por desgracia, la historia fue bien distinta, y lo cierto es que el grupo "siempre" se encontraba "bajos mínimos". "No se nos tenía en cuenta y ni siquiera podíamos comer de ello cuando ya éramos profesionales", rememora el cantante, que descarta un hipotético regreso de la formación.

"No queremos trastocar el pasado. Casi todos los grupos se vuelven a juntar, normalmente por intereses económicos, y con la promoción que está teniendo el disco cualquier banda se habría subido al carro para aprovechar la circunstancia, pero no es nuestro caso", remata Rosendo.