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Sólo Rossi se acerca a Stoner, que buscará mañana su séptima 'pole' consecutiva del año

EFE

Convertido en un duelo entre dos gigantes, Casey Stoner y Valentino Rossi, el Mundial de MotoGP apenas deja espacio en los primeros puestos para Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa, condenados por el rendimiento de sus neumáticos Michelin a rodar muy por detrás del liderato en los primeros entrenamientos del Gran Premio de San Marino.

El piloto australiano de Ducati volvió a exprimir al máximo su Desmosedici en Misano. Lo hizo al límite, con el escafoides de la mano izquierda fracturado cuando se ajustaba la espaldera de su mono, una recaída de la operación que sufrió en la muñeca izquierda en 2003.

"Ha sido extraño porque no he recibido ningún golpe", explicó el australiano, "he notado un pinchazo cuando me arreglaba el protector de espalda. Mañana no será fácil porque el dolor es intenso, pero indudablemente, estaré en pista", adelantó.

Pese al dolor, el australiano siguió rodando para marcar el mejor crono, 1:34.806, el único que se mantuvo por debajo del 1:39. Después, se fue a la clínica móvil para someterse a unas radiografías que confirmaron la fractura.

Si mantiene su liderazgo durante la sesión oficial de mañana, en la que correrá con la mano izquierda vendada, Stoner firmará su séptima 'pole' consecutiva de la temporada.

Cuatro décimas de segundo detrás apareció Rossi, demasiado lento en algunos giros, según confesó el italiano. En Misano, a 15 kilómetros de su pueblo natal, Valentino es el único capaz de mantener el infernal ritmo del australiano, empeñado en recuperar el terreno perdido en Laguna Seca y Brno, pero aún a 50 puntos del líder.

Mientras Rossi y Stoner mantienen su vigoroso duelo deportivo, el debate entre Michelin y Bridgestone no admite discusión. En Misano, el mejor piloto de la marca francesa fue Randy de Puniet (Kawasaki), cuarto. Sin llegar a las diferencias de Brno, donde Michelin ofreció un rendimiento de segunda división, los pilotos con gomas francesas ruedan lejos de la cabeza.

Víctimas de ello son Lorenzo y Pedrosa. Resignados a ver la pelea por el título desde la barrera, los dos mejores españoles de la parrilla de MotoGP no disfrutaron de una jornada provechosa en Misano.

Lorenzo marcó el sexto mejor tiempo en la segunda sesión libre, en un escenario en el que ya ganó el año pasado, en 250cc. El piloto mallorquín aún confía en mejorar la puesta a punto y ganar unos grados de confianza para recuperar su mejor versión, la del comienzo de la temporada, cuando llegó a liderar el Mundial.

Algo similar le ocurre a Pedrosa. El catalán se cayó en Alemania, no corrió en Laguna Seca y sufrió un calvario en Brno por culpa de los neumáticos.

Misano debe suponer su regreso a la normalidad, pero los tiempos de la primera jornada de entrenamientos le sitúan en la duodécima plaza, a 1,4 segundos de Stoner. Demasiado lejos para Pedrosa, que mantuvo una larga reunión con sus mecánicos nada más bajarse de la moto para acelerar las mejoras de su Honda.

Toni Elías, por su parte, no pudo mantener el excelente nivel que ofreció en la carrera de Brno (segundo puesto) y cerró la jornada con en el 14º puesto, 1,619 segundos de Stoner.

En el cuarto de litro, la referencia es Marco Simoncelli. El líder del Mundial corre en casa, circunstancia que aprovechó para dar un golpe de autoridad en la primera sesión oficial. Rodó 0,512 segundos más rápido que Héctor Barberá, el único capaz de acercarse a él en Misano.

Ni Debón (15º) ni Bautista (12º), las mejores bazas españolas en 250cc, estuvieron a la altura. Ambos están obligados a dar un salto de calidad en la sesión oficial de mañana para buscar un buen puesto en la parrilla si quieren apurar sus opciones a pelear por el título. El dominio de Simoncelli (siete podios consecutivos) parece difícil de discutir, pero el italiano aventaja en 41 puntos a Debón y en 42 a Bautista.

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