Cada situación plantea sus propias dificultades, pero llegado el momento de escoger, Ryan Reynolds lo tiene más claro que el agua: "Es más fácil salvar el mundo que escapar de una caja", afirma el actor canadiense, que ahora regresa al género de superhéroes con su última película, "Green Lantern".

"Tengo un gran recuerdo de 'Buried (Enterrado)' y creo que aquella película requirió mucha más planificación que 'Green Lantern'. Por supuesto, todo se debe a la mente privilegiada de Rodrigo Cortés", elogia Reynolds, que en su nuevo proyecto da vida a uno de los personajes míticos del cómic estadounidense.

"Es genial ser un superhéroe, pero lo cierto es que solo he podido apreciarlo ahora, nueve meses después de hacer la película, porque durante la grabación solo llevaba un traje gris sobre el que luego se proyectaría el real. El resultado es espectacular cuando por fin lo ves terminado", señala.

El intérprete se ha metido en la piel de Hal Jordan, un piloto chulo y provocador que vive atormentado por la muerte de su padre. A pesar de sus múltiples defectos, los Guardianes del Universo le escogen para formar parte del Cuerpo de Green Lanterns, un escuadrón de elite que vela por la paz interplanetaria.

"Leí un montón de cómics para preparar la película, pero la historia me resultaba muy incoherente. Todo cambió cuando descubrí el 'Orígenes' de Geoff Johns, que me dio las claves para desarrollar el personaje", confiesa Reynolds, que en la cinta deberá enfrentarse al terrible Parallax, un supervillano con oscuras intenciones.

Para destruir la Tierra, Parallax no duda en infectar el cuerpo de Hector Hammond, un científico chiflado al que interpreta Peter Sarsgaard. "Ha sido una experiencia liberadora; cuando eres el malo, puedes hacer lo que te de la gana", celebra el actor, cuyo personaje compite con Hal Jordan por el amor de Carol Ferris (Blake Lively).

"No me veo haciendo de superhéroe. Son papeles muy difíciles y pocas veces salen bien. No eres un héroe normalito, sino un superhéroe, y es casi imposible estar a la altura. Hay algunos actores que lo han conseguido, como Robert Downey Jr, que le puso un picante personal a Iron Man", analiza Sarsgaard.

Responsable de films como "GoldenEye" o "La máscara del Zorro", Martin Campbell ha sido el encargado de trasladar "Linterna Verde" a la gran pantalla. "He intentado ser muy fiel al cómic y creo que eso le gustará a los fans, pero la película puede entretener a toda clase de públicos", advierte el cineasta.

"Hemos desarrollado la historia de Hal Jordan en base a su triunfo sobre el miedo y a su relación amorosa con Carol. Había muchas cosas que contar, pero siempre he tenido la sensación de que dispuse del tiempo suficiente para hacerlo. Estoy satisfecho con el resultado", apunta.

Las críticas han sido muy negativas en Estados Unidos, donde se ha acusado a Campbell de no profundizar en la mente de los personajes. El caso más palmario corresponde a Hal Jordan, que abandona la carga psicológica del cómic para transformarse en un adulto con poca sesera.

"Es un hombre que tiene miedo a comprometerse, tanto a nivel personal como en su faceta superheróica. El guionista Geoff Johns, que ha escrito todas las historias actuales de 'Green Lantern', trabajó con nosotros y se aseguró de que siguiéramos el camino correcto respecto a la historia original", defiende Campbell.

Cuando la realidad da más miedo que la ficción, los superhéroes se convierten en un recurso muy útil para captar la atención de los espectadores. El último ejemplo de esta tendencia ha sido "Green Lantern", que se suma a títulos recientes como "Thor" o "Conan", sin olvidar que en los próximos meses se estrenarán "Capitán América" y "Los Vengadores".

"La gente busca soluciones desesperadas en tiempos desesperados. Vivimos una época en que la crisis financiera está haciendo mucho daño. Es más fácil ir a ver una película donde, aunque ocurren cosas dramáticas, al final se salva a la humanidad. Las obras sobre experiencias íntimas son más difíciles de abordar cuando todo va mal", reflexiona Sarsgaard.