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S&P coloca rating de España en perspectiva negativa

Reuters

Por segunda vez en un año, la agencia de calificación crediticia S&P dio un revés a las proyecciones económicas de España al poner en perspectiva "negativa" la calificación crediticia del Reino.

La agencia, que ya había bajado un escalón el rating de España el pasado enero provocando adversas reacciones en el mercado, rebajó el miércoles la perspectiva del rating a "negativa" desde "estable" al tiempo que advirtió que el país se enfrenta al riesgo de una rebaja en la calificación en dos años si el Gobierno no toma medidas duras.

El gobierno español se mostró respetuoso con la decisión, pero dijo no compartirla y afirmó, en boca de un portavoz del Ministerio de Economía, que el país "está camino de iniciar la recuperación en los próximos meses".

Entretanto, la agencia confirmó por el momento el actual rating a largo plazo de "AA+" y de corto plazo de la deuda soberana en "A-1+".

"Comparado con nuestras expectativas cuando bajamos el rating en enero de 2009 creemos ahora que España experimentará un deterioro más acusado y persistente de sus finanzas públicas y un periodo de debilidad más prolongado que el de sus pares", dijo la agencia de rating en un comunicado.

El portavoz de Economía español se mostró confiado en que España cumpla las exigencias de Bruselas, que pide una reducción del déficit público desde el 9,5 por ciento del PIB previsto en 2009 a un nivel inferior al 3 por ciento en 2013.

"En nuestra opinión, reducir el considerable déficit fiscal y los desequilibrios económicos de España requieren fuertes medidas políticas que aún no se han materializado", dijo la agencia de calificación.

La decisión de la agencia, en un momento particularmente sensible en los mercados por las dificultades de Grecia o Dubai, tuvo reacción inmediata en valores de renta fija y variable y llevó a algunos analistas a apostar por medidas similares por parte de otras agencias de calificación.

"La situación en España no es tan alarmante como en Grecia, pero es cierto que el déficit ha aumentado de forma considerable y creemos más difícil una corrección (del déficit) en los próximos años", dijo Estefanía Ponte, analista de BNP Paribas Fortis en Madrid.

"Para nosostros no ha sido una sorpresa y esperamos ahora que las otras agencias sigan el ejemplo de S&P (en enero) y recorten el rating en un escalón", añadió la analista.

Mientras que en las otras agencias de referencia, Fitch y Moody's no fue posible conseguir una reacción inmediata, el portavoz de Economía destacó el hecho de que ambas otorguen todavía la máxima calificación de "AAA" a la deuda española.

El diferencial entre el bono español a 10 años y el alemán se ampliaba tras la noticia hasta 69 puntos básicos, su nivel más alto desde julio. Después de la bajada del rating de S&P en enero, el diferencial llegó a superar los 120 puntos básicos.

En todo caso, este diferencial es todavía muy inferior al de Grecia, donde los bonos estatales pagan una prima de 252 puntos básicos.

El Ibex-35 de la bolsa española llegaba a bajar un 2,5 por ciento tras el anuncio de S&P, liderado en su descenso por los valores bancarios.

"Afecta muy directamente a la cotización, sobre todo a empresas muy endeudadas (...) a cualquier empresa que tenga emitida deuda le penaliza", dijo un analista de Renta 4 que pidió no ser citado.

CONSENSO PARA LA RECUPERACIÓN

Según S&P, el Gobierno español todavía tiene tiempo para conseguir un consenso político que apoye una consolidación fiscal creíble y coherente con el actual rating.

"La rebaja de la perspectiva de Standard & Poor's es una advertencia a medio plazo y los mercados, que están muy sensibles ante este tipo de noticias, han ampliado sus caídas", dijo José Luis Martínez, estratega jefe de Citigroup en España.

No obstante, el experto de Citigroup destacó que la agencia de calificación reconociese la fortaleza de la economía española para revertir esta situación a medio plazo.

"Si el Gobierno anuncia medidas fiscales concretas que creamos que de manera creíble pudieran ayudar a alcanzar superávit primarios anuales del 2 por ciento o superiores antes de 2012, la presión a la baja sobre los ratings podría disminuir", señaló el analista de S&P, Trevor Cullinan.

Cullinan señaló que los ratings actuales de España reflejan la visión que tiene S&P de una economía moderna y relativamente diversificada. Además, S&P consideró que el ratio deuda/PIB, aunque crece rápidamente, es asequible, con previsiones de que se sitúe en el 67 por ciento en 2010. Otros países de la Unión Europea cuentan con una proporción mucho más elevada de deuda (125 por ciento en Grecia). La propia Unión Europea pronostica para 2010 un ratio medio de deuda sobre PIB del 84 por ciento.

Las calificaciones actuales también se benefician del hecho de que España pertenezca a la zona euro, algo que para la agencia crediticia dota a la economía de estabilidad cambiaria y monetaria, y ha aislado al país de algunas de las presiones derivadas de las últimas turbulencias financieras.

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