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San Sebastián expone al Miró de la experiencia y la luz mediterránea

EFE

Joan Miró convirtió Mallorca en el centro de su creación en las últimas décadas de su vida. Esas obras que surgieron de la luz mediterránea y la experiencia acumulada se exponen desde hoy en la sala Kubo de San Sebastián, que celebra con el artista catalán su décimo aniversario.

"Miró. Poesía y luz" es el nombre bajo el que la sala de exposiciones del Kursaal muestra 140 obras del pintor y escultor, la mayoría de las cuales pertenecen a su etapa de residencia balear, de 1956 a 1983.

Óleos de gran tamaño, esculturas y dibujos conforman esta exposición, montada con los fondos de la Fundación Pilar y Joan Miró de Mallorca y que comenzó a gestionarse hace un lustro.

Miró (Barcelona, 1893-Palma, 1983) tenía 63 años cuando llegó a la isla, había recibido la influencia de todas las vanguardias del arte y estaba a punto de emprender un nuevo periodo, en el que "la luz, la poesía y la tierra" iban a ser determinantes, ha recordado hoy la presidenta de la Fundación, Fernanda María Ramón.

Lo ya vivido y lo nuevo le llevaron a construir la etapa en la que experimentó "con mayor libertad" y supuso su "apertura a los caminos artísticos del siglo XXI".

Ramón, los responsables de la sala Kubo y la comisaria María Luisa Lax han presentado hoy a los medios de comunicación el contenido de la muestra, que permanecerá abierta hasta el 12 de octubre.

Dos terracotas sin título -dos máscaras de 1981- son las obras más jóvenes que se exhiben en la sala Kubo, que en su espacio principal ha colocado los lienzos de mayor tamaño y más representativos, en los que los negros, los blancos y los tonos oscuros y más apagados destacan sobre los cuadros de vivos colores.

La explosión cromática se puede observar en su obra gráfica, que comparte la zona en la que se han instalado bocetos y documentos que el creador catalán utilizó para algunas de sus obras públicas, como sus murales diseñados para el Plaza Hotel de Cincinnati, la Universidad de Harvard y la ONU.

La Sala Kubo ha reservado otro espacio para repasar la relación que Miró mantuvo con otras disciplinas artísticas, como el teatro, la música y la danza, que dio lugar a una prolífica producción.

Litografías de la serie "Satie", bocetos del ballet "Arlequín" y documentos sobre sus vínculos con los compositores John Cage y Karlheinz Stockhausen se muestran en San Sebastián junto a sus creaciones en torno a una de sus "obsesiones", el "Ubu Rey" de Alfred Jarry.

Precisamente, la única obra que no ha llegado de Mallorca, sino del Museo del Títere de Tolosa, es la gran marioneta "La Dona", creada por Joan Baixas y pintada por Miró, que formó parte del espectáculo "Morí el Merma", una reinterpretación de Ubú que la compañía La Claca estrenó en el Liceo de Barcelona en 1978.

Además de las terracotas, el bronce es el material de la mayoría de las esculturas expuestas, a las que se suma una maqueta del estudio que Josep Lluís Sert construyó para Miró en la isla y que fue el "epicentro" en torno al cual giró la vida del artista en la última fase de su vida.

Una enorme fotografía del interior de su estudio ocupa una de las paredes de la sala, donde también se proyectará un documental sobre Miró que Soledad Gomis realizó en 1993 para TVE.

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