Pedro Sánchez se estrenó como líder de la oposición en el Día de la Constitución rompiendo protocolos. Primero, llegó al Congreso andando y pasó más de diez minutos saludando al público que se concentra habitualmente frente a la Cámara Baja. Hubo algunos pitos, pero primaron más los aplausos y los saludos habituales.

Después, hizo las habituales declaraciones antes del acto con un tema monográfico: la reforma de la Constitución. Sánchez lamentó la actitud del presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, pero aseguró que él es muy persistente, 'y voy a seguir persistiendo en convencer al presidente del Gobierno en este asunto', dijo.

Para Sánchez, la reforma constitucional se debe abrir paso e insinuó que el PSOE, si hay un rechazo frontal a la subcomisión que inicie los trabajos previos de reforma de la Carta Magna, buscará otras vías para que salga adelante su propuesta. El líder del PSOE criticó que la única solución política que propone Rajoy sea la 'del bloqueo' y le instó directamente a que diga si tiene otra salida. 'Si dice que no a la reforma constitucional, ¿cuál es su alternativa?', preguntó.

El secretario general del PSOE recordó que, además, le ha pedido a Rajoy la convocatoria de la Conferencia de Presidentes porque, en su opinión, debe haber ya un foro para hablar de todos estos asuntos.

De momento, el PSOE va a trabajar con los grupos parlamentarios para conseguir el mayor apoyo posible a la creación de la subcomisión, y no descartó hacerlo como una propuesta conjunta de toda la oposición, aunque admitió que si el PP sigue cerrado en banda, su mayoría absoluta echará por tierra cualquier intento de abrir el debate. Tampoco descarta Sánchez hacer reformas puntuales de la Carta Magna, aunque su apuesta sigue siendo una reforma radical del texto constitucional.

Sánchez, además, se refirió a otros temas de actualidad, y estuvo especialmente duro con la actitud del Gobierno en torno al juez Ruz. Pidió al Ejecutivo que deje de presionar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que lo aparte de los casos Gürtell y Bárcenas, y aseguró que sería bueno para su credibilidad. 'No se puede decir hace una semana que queremos luchar contra la corrupción, y ahora estar presionando al CGPJ para quitar del medio a un juez que está haciendo su trabajo', dijo.