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Sánchez Dragó considera que toda su vida "he sentido que pienso lo contrario que los demás"

EFE

El escritor Fernando Sánchez Dragó ha rechazado hoy la etiqueta de provocador y se ha calificado como alguien que nació "siendo un niño raro" y ahora es "un viejo raro", aunque toda su vida ha tenido la sensación de que piensa "acerca de todo, lo contrario de lo que todo el mundo piensa acerca de todo".

"Un provocador es un impostor, que falsifica su forma de pensar para inducir una reacción en quien le escucha, y no es mi caso, porque ojalá todo el mundo estuviera de acuerdo conmigo", ha dicho Sánchez Dragó, que ha presentado en Málaga su último libro, "Y si habla mal de España... es español", editado por Planeta.

Considera "mucho más interesante nadar contracorriente que a favor de la corriente", y por eso se siente "más cómodo con mis enemigos y adversarios que con quienes me elogian, porque el elogio no me da nada".

"Soy un guerrero, y el guerrero se nutre del enemigo", ha señalado Sánchez Dragó, que se ha confesado "muy preocupado" al tener la "impresión de que ha disminuido notablemente el número de enemigos", por lo que espera que con este libro "reverdezcan los planteles de mis enemigos".

El escritor, que cumplirá 72 años en octubre, ha afirmado que mientras se tienen proyectos se está vivo, y que la jubilación "debería estar prohibida por la Declaración de los Derechos Humanos".

"El individuo que tiene un oficio no es libre, sino el que tiene una vocación, porque una vocación es el gordo de Navidad, ya que haces coincidir ocio y negocio", según Sánchez Dragó, que ha aseverado que mientras pueda "viajar, leer y escribir", lo demás no le "importa absolutamente nada" y se seguirá sintiendo "como si tuviera 20 años".

Su nuevo libro contiene "muchas alusiones" a Andalucía tras la polémica años atrás por sus declaraciones sobre esta comunidad, que ha calificado como "un incidente estúpido y un malentendido formidable que quedó solventado en su día".

"Dentro de lo mal que va España, Andalucía es de lo que menos mal va, porque ha conservado los toros, que están refugiados aquí; el habla, porque los andaluces hablan mucho mejor que los del Norte, y están muy bien educados y son muy respetuosos, no como el madrileño, el soriano o el catalán".

Para el escritor, en nuestro país se ha pasado de "La rebelión de las masas" sobre la que escribió Ortega a "la rebelión de la chusma", y existe una "aristofobia", mientras que él apuesta "por la excelencia frente a la mediocridad".

"En España, en cuanto alguien despunta, van a segarle la cabeza, aunque cuando te mueres, te ponen por las nubes, te erigen catafalcos, tumbas y estatuas, y le ponen tu nombre a las calles".

Por otra parte, ha confirmado que el 14 de marzo abandona el "Diario de la noche" de Telemadrid, pese a las "presiones" recibidas para que continuara, puesto que no puede "estar atado a la pata de la mesa".

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