El ministro alemán de Interior, Wolfgang Schäuble, considera que Alemania está "en el objetivo del terrorismo internacional", pero advierte que no hay que dejarse llevar por el pánico y que las fuerzas de seguridad "están despiertas".

Hay que dotar a las autoridades de "los instrumentos precisos para garantizar nuestra libertad", apunta el ministro, en declaraciones al popular dominical "B.Z. am Sonntag", donde reclama además comprensión hacia las acciones de los cuerpos de seguridad.

"Cumplen con su deber a todas horas y es inaceptable que se les presente como una amenaza a nuestra libertad. Es una difamación irresponsable compararlos con la Stasi o la Gestapo", apunta.

Schäuble se pronunció ayer por una mayor cooperación internacional contra el terrorismo internacional, que implique más a Estados Unidos, en la apertura de la reunión de titulares de Interior del denominado G-6 (Alemania, EEUU, Francia, Reino Unido, Italia, España y Polonia), que se cierra esta tarde en Bonn.

La detención ayer de dos presuntos terroristas a bordo de un avión de la compañía aérea holandesa KLM en el aeropuerto de Bonn-Colonia reforzó la postura de Schäuble, partidario de ejercer un mayor control sobre sospechosos, incluidas las vías de comunicación por internet.

Los detenidos ayer eran un alemán nacido en Mogadiscio y un somalí, que estaban bajo observación de los servicios de seguridad desde hacía meses y que al parecer pretendían viajar de Amsterdam a Pakistán, para sumarse a la yihad, la "guerra santa".

Las detenciones tuvieron lugar en un avión que se dirigía a Amsterdam a las 6.55 de la mañana (04.55 GMT) y, según fuentes policiales, en el domicilio de ambos encontraron cartas de despedida.

Los dos hombres, de 23 y 24 años, no iban armados y se encontraban en sus asientos dentro del aparato al ser detenidos.

Un día antes, la Oficina Federal de Investigación Criminal alemana (BKA) había anunciado la orden de busca y captura de otro ciudadano alemán converso al Islam y sospechoso de preparar un gran atentado, así como de un posible cómplice de origen libanés que podría acompañarle.

Se trata de Eric Beininger y el libanés Houssain Al M., quienes, según las fuerzas de seguridad alemanas, recibieron entrenamiento terrorista en un campamento de la Unión para la Yihad Islámica en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán.