El Senado de Estados Unidos aprobó el jueves la reforma del sistema sanitario diseñada por el presidente Barack Obama, respaldando cambios en los seguros médicos y nueva cobertura para decenas de millones de estadounidenses que carecen de ella.

Por 60 votos a favor y 39 en contra, los senadores demócratas apoyaron los cambios más drásticos en la política sanitaria de Estados Unidos en cuatro décadas.

La votación a primera hora de la mañana en la víspera de Navidad se produjo después de meses de unas discusiones políticas que han consumido al Congreso estadounidense y minado la aprobación pública de Obama.

La aprobación del Senado despejó el camino para que en enero se realicen duras negociaciones con la Cámara de Representantes para formular un proyecto único que pueda ser convertido en ley.

La Cámara de Representantes aprobó el 7 de noviembre su propia versión de la medida, que incluye diferentes enfoques sobre impuestos, aborto y un plan de seguro médico administrado por el Gobierno.

Una vez que los negociadores de la Cámara de Representantes y el Senado acuerden un proyecto único, cada cámara deberá volver a aprobarlo antes de enviárselo a Obama para su firma y promulgación. Los demócratas esperan terminar antes del discurso anual sobre el estado de la nación del presidente, que será a fines de enero.

La sesión del Senado en una fecha inusual cumplió con una promesa de Harry Reid, líder de los demócratas en el Senado, de aprobar el proyecto antes de Navidad.

Los opositores republicanos habían retrasado la votación final hasta el último día posible bajo las reglas del Senado, pero accedieron a que tuviera lugar durante las primeras horas de la mañana para permitir que todos pudiesen regresar a casa para las fiestas de fin de año.

La reforma, que representa la máxima prioridad legislativa de Obama, llevaría a los mayores cambios en el sistema de salud estadounidense de 2,5 billones de dólares desde la creación en 1965 del programa gubernamental para los ancianos Medicare.