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Señales favorables en el consumo

Hacienda subraya que los datos del IVA reflejan una 'notable' suavización de la crisis

 

P. G.

La recaudación de impuestos es uno de los termómetros más inmediatos del comportamiento de la economía. Precisamente, la severidad de la crisis ha provocado este año un desplome de los ingresos públicos de en torno al 20%. Pero algunas figuras tributarias comienzan a apuntar señales de que la recesión se suaviza de forma apreciable.

Es el caso del IVA, en el que los responsables económicos del Gobierno advierten que su descenso 'se está ralentizando de forma notable', según dijo ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, en la presentación de los datos de ejecución presupuestaria de septiembre. Ese mes, el comportamiento del IVA, según Ocaña, mostró 'una tendencia mucho mejor que en los últimos meses'.

Los ingresos de este impuesto, que refleja el comportamiento del consumo, descendieron, pero bastante menos que como lo venía haciendo desde comienzos de año: en septiembre caen un 9,3%, frente a retrocesos del 37%, del 50% o del 92% registrados en otros meses.

Se trata, además, de un mes habitualmente fuerte de recaudación: en septiembre último entraron en la caja 4.998 millones de euros, casi una quinta parte de los ingresos por IVA de lo que va en el año.

Pese a este dato, la caja sigue famélica. La recaudación de impuestos desciende en los primeros nueve meses del año un 19,3% (frente al 21,4% de agosto) tanto por el desplome de la actividad económica como por las diversas medidas fiscales adoptadas por el Gobierno. Los ingresos del Estado (una vez descontadas las transferencias que se realizan a las autonomías y los ayuntamientos) retroceden un 24,4%, mientras que los pagos aumentan un 25,3% (fundamentalmente, por las prestaciones por desempleo, los mayores intereses de la deuda y el plan de inversión local). Hacienda calcula que casi cinco puntos de la caída de los ingresos y casi seis puntos del aumento del gasto se explican por las medidas anticrisis.

Con ello, el déficit del Estado asciende a 62.780 millones de euros, medidos en términos de Contabilidad Nacional, lo que equivale al 5,96% del PIB. Los números rojos de las cuentas públicas se han multiplicado casi por cinco respecto al registrado en el mismo mes de 2008.

Ocaña señaló que los datos de la ejecución presupuestaria muestran 'la necesidad ineludible de iniciar una senda de consolidación fiscal' para poder rebajar el déficit al 3% en 2012, como el Gobierno se ha comprometido con la UE. De momento, Ocaña reiteró su convencimiento que se cumplirá el objetivo para este año, de un déficit del 8,1% para la Administración central, y descartó que la cifra total, que suma autonomías, ayuntamientos y Seguridad Social, pueda superar el 9,5% previsto.

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