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Siguen las protestas en Bulgaria contra la subida de la luz

Los manifestantes exigen la renacionalización de las empresas eléctricas, que se privatizaron en 2004

AGENCIAS

Unas 150.000 personas salieron este domingo a las calles en varias ciudades de Bulgaria para protestar contra las empresas eléctricas a las que acusan de ser 'monopolistas' y contra la clase política en general, marcada por la corrupción. Las principales manifestaciones se produjeron en la capital Sofía y en la ciudad costera de Varna, informó el canal privado TV7. Además, se registraron marchas de protestas en otras 30 ciudades del país balcánico, el más pobre de la Unión Europea (UE), que vive desde hace semanas una ola de manifestaciones.

Los ciudadanos descontentos exigen la nacionalización de las tres empresas eléctricas de Bulgaria, actualmente en manos de dos compañías checas y una austríaca. 'En lucha por una vida decente' o 'Abajo los monopolios' son algunos de los lemas escritos en las pancartas de la marcha de Sofía, donde se han concentrado más de 10.000 personas. Las empresas eléctricas como las checas CEZ y Energo-Pro y la austriaca EVN tienen desde 2004 la exclusividad de la distribución de la electricidad en distintas zonas del país y los manifestantes piden ahora la renacionalización del sector.

Además, reclaman que el Parlamento o el presidente, Rosen Plevneliev, declaren una moratoria del pago de las últimas facturas de la luz -que en muchos hogares consumen todos los ingresos disponibles- y una investigación de las cantidades que cobran las tres empresas extranjeras en Bulgaria. Exigen además un ejecutivo de crisis, la convocatoria de una Asamblea Especial para reformar la Constitución, una mayor participación civil en el ejecutivo y los órganos reguladores y la cancelación del principio de inmunidad de los parlamentarios.

La subida del precio de la electricidad ha sido el detonante de estas movilizaciones en un país en el que el salario medio es de unos 400 euros mensuales, una cifra que en muchos casos no basta ya para cubrir el gasto en electricidad. Las pensiones apenas superan la mitad del salario medio.

A mediados de la semana, el Gobierno del populista primer ministro Boiko Borisov presentó su dimisión en bloque tras violentos enfrentamientos entre manifestantes y policía.

El presidente búlgaro, Rosen Plevneliev, se ha acercado al lugar de la manifestación e intentó hablar con los manifestantes en Sofía, cerca del Parlamento, aunque fue abucheado. 'Gracias a todos por vuestra posición activa de ciudadanos. Y por mostrarla de forma democrática', dijo el presidente búlgaro, citado por la prensa local.

El cónclave de la Iglesia Ortodoxa de Bulgaria eligió este domingo en Sofía al obispo metropolitano Neofit, un antiguo confidente de la policía secreta comunista, como nuevo patriarca que sucederá a Maxim, fallecido en noviembre de año pasado. Neofit, de 67 años, se impuso al obispo Gavril, un religioso sin pasado comunista, por 90 votos contra 47.

A principios del año pasado, una investigación de una comisión parlamentaria concluyó que once de los quince obispos del supremo clero de Bulgaria trabajaron para los servicios secretos comunistas (Darzhavna Sigurnost), entre ellos, Neofit. La comisión precisó que esos once miembros de la actual jefatura eclesiástica colaboraron con el departamento de la policía secreta responsable de la 'oposición y lucha contra la diversidad política'. No obstante, los documentos revelados por la comisión indican que la propia policía secreta consideró a Neofit como 'inepto' y 'deshonesto' para ser un agente y lo destituyó meses antes de la caída del régimen en 1989.

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