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Siria y EEUU intentan superar años de desencuentros diplomáticos

EFE

Representantes de Estados Unidos y de Siria se mostraron hoy optimistas tras la primera reunión de alto nivel en los últimos cuatro años, que buscó encauzar las relaciones bilaterales y superar una época de desencuentros.

En la reunión participaron, por Estados Unidos, el secretario de Estado adjunto para Oriente Próximo, Jeffrey Feltman, y Dan Shapiro, del Consejo de Nacional de Seguridad.

Feltman y Shapiro se reunieron durante cuatro horas en esta capital con el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, pero aunque había posibilidad de que los enviados estadounidenses se entrevistaran también con el presidente Bachar al Asad, al final no se llevó a cabo esa cita.

Al final de la reunión con Al Mualem, Feltman declaró a los periodistas que Siria y Estados Unidos se encontraban "en un punto de discusión muy constructivo".

"Esperamos hacer progresos para conseguir resultados en la relación bilateral y en temas regionales", agregó el enviado especial estadounidense.

El Ministerio de Asuntos Exteriores dijo en un comunicado que en la reunión se analizaron los medios para "fortalecer las relaciones bilaterales y también se intercambiaron puntos de vista sobre la situación regional con el objetivo de conseguir una paz completa en Oriente Medio".

La nota oficial agregó que las dos partes compartieron puntos de vista "idénticos sobre la importancia de que continúe el diálogo" entre los dos gobiernos para servir a sus intereses comunes y asegurar la paz en la región.

Esta es la primera visita a Damasco de una misión de Estados Unidos de alto rango desde la que hizo, en enero del 2005, el entonces subsecretario de Estado Richard L. Armitage.

No hay un embajador de EEUU en Siria desde 2005, cuando fue retirada de Damasco la entonces encargada de la delegación diplomática, Margaret Scobey.

La embajadora abandonó Siria en protesta por el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, el 14 de febrero del 2005, un crimen que líderes libaneses creen que tiene el sello del régimen sirio.

Pero, ya desde el 2003, el Gobierno de Damasco había expresado su oposición total a la invasión estadounidense de Irak.

Además, Estados Unidos recela de los vínculos que tiene Siria con Irán y del apoyo que el Gobierno de Damasco presta al grupo chií libanés Hizbulá y al movimiento palestino Hamás, que controla la franja de Gaza.

Los intentos por explorar nuevos caminos en las relaciones entre Siria y EEUU comenzaron a raíz de la transmisión presidencial que hubo en la Casa Blanca el 20 de enero pasado.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se reunió con Al Mualem el pasado 2 de marzo, cuando ambos participaban en la localidad egipcia de Sharm el Sheij en la conferencia internacional para la reconstrucción de Gaza.

Previamente, el senador estadounidense y ex candidato presidencial demócrata John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, se entrevistó el mes pasado en Damasco con el presidente sirio.

Paralelamente, el régimen de Damasco lleva meses intentando romper el aislamiento internacional de parte de Occidente al que estaba sometido desde hace varios meses.

La visita de hoy de los enviados especiales estadounidenses ha tenido escaso eco en los medios de comunicación locales, pero la agencia oficial SANA destacó que las conversaciones entre Damasco y Washington deben proseguir para ayudar a que la región de Oriente Medio logre la seguridad y la estabilidad.

En la reunión, según SANA, Al Mualem estuvo acompañado de la asesora política y de información de la Presidencia, Bazina Chaaban, y del viceministro de Exteriores, Faisal al Meqdad.

Antes de llegar a Damasco, en una etapa previa en Beirut, Feltman dijo ayer que su visita a Siria buscaba vincular al régimen de Damasco para conseguir los objetivos de la Casa Blanca en la región, sin dar muchas precisiones.

Feltman declaró a los periodistas en Beirut que la Casa Blanca quiere que todos los estados de la región, "incluyendo Siria", se unan a los esfuerzos para lograr los objetivos regionales de Washington en Oriente Medio.

También señaló que EEUU aún tiene "una larga lista" de preocupaciones respecto a Siria, pero que confiaba en que su viaje a Damasco permitiría "comenzar a tratar" esas diferencias.

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