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Solbes y BBVA abogan por no salvar a todas las entidades

Francisco González pide un gran pacto contra la crisis, por «emergencia nacional»

P. GONZÁLEZ / V. ZAFRA

La caída de Lehman Brothers consiguió unir a propios y extraños en la idea de que no se podía volver a dejar caer a ninguna otra entidad financiera en el mundo porque sería un gran riesgo para el sistema internacional. Esa idea empieza ya a hacer aguas, al menos en España.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, y el presidente de BBVA, Francisco González, coincidieron ayer al defender, en distintos foros, que los estados no deben salvar a todas las entidades financieras.
Solbes afirmó que aquellas que “sean incapaces de mantener su solvencia y sanear sus balances, evidentemente deben dejar de ser jugadores para no generar distorsiones en el sector público”.

González, por su parte, aseguró que “mantener en pie a una entidad irremediablemente dañada mediante ayudas públicas afecta negativamente al funcionamiento del sistema y perpetúa la desconfianza”.

Las entidades financieras en esa situación, continuó González, no pueden dar créditos y consumen recursos públicos y privados que deberían dedicarse a otros fines.

El Estado prestará al FGD

Para las situaciones en las que sí sea factible salvar a la entidad, ambos abogaron por el uso del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). El ministro prefiere esta fórmula antes que la entrada directa en el capital de bancos y cajas. Por eso, ayer explicó que si las entidades requieren dinero estatal lo tendrán pero a modo de préstamo a través del Fondo.

“Cualquier otro sistema no conduce a nada, sólo a mantener entidades zombis”, apostilló González, quien volvió a mostrar su disconformidad con una eventual entrada del Estado en el capital de los bancos privados, porque “al final crea ineficiencias y ya ha demostrado que no es el mejor gestor del mundo en estos negocios”.

En todo caso, González dejó claro ayer que arreglando únicamente los problemas del sistema financiero español no se sale de la crisis, que calificó de “verdadera emergencia nacional”. El presidente de BBVA reclamó un gran pacto estatal entre los poderes políticos, económicos y sociales.

Sólo dejando de lado las diferencias e intereses particulares se podrán afrontar los “graves problemas inmediatos” y avanzar hacia el nuevo modelo económico que necesita el país porque el actual está agotado, según González, quien añadió que ningún Gobierno ni partido puede llevar a cabo una reforma de tal envergadura en solitario.

“Si no trabajamos juntos, la crisis será mucho más larga y más dura, y limitará nuestra capacidad de crecimiento en el futuro”, concluyó.
González hizo estas afirmaciones en la Junta General de Accionistas celebrada en Bilbao, en la que todos los sindicatos del banco anunciaron su voto en contra de las remuneraciones de los altos directivos  porque son “improcedentes” y “no está el tiempo para bonus ni extrabonus”, dijeron.

Preguntado por un accionista, el ejecutivo no descartó que BBVA tenga que comprar en el futuro alguna entidad española para salvarla de la quiebra. “Habrá oportunidades y las analizaremos con objetividad”, dijo.

BBVA: «Nosotros no podemos salvar solos este país»

El presidente de BBVA abordó la situación del crédito en la Junta de accionistas. Francisco González coincidió con el resto de banqueros en que es “inevitable” que caiga el crédito con la crisis actual, pero se diferenció de los demás en una cosa: no negó que el grifo se haya cerrado en España. De hecho, mantuvo que BBVA es prácticamente la única entidad que sigue financiando a sus clientes. “Nuestro caso es distinto y diferencial”, dijo González, quien pidió al resto de entidades financieras (el pool bancario) que les acompañen en la concesión de créditos, siempre que tengan liquidez y solvencia suficiente. “Nosotros no podemos salvar solos a este país”, dijo González refiriéndose al BBVA y explicó que su aportación no puede ser muy superior al 12% que tienen de cuota
de mercado.
Además de pedir colaboración, y pese a reclamar a los políticos y agentes sociales que dejen sus diferencias aparte, González aprovechó de nuevo para hacer velados ataques a su principal competidor, el Banco Santander. Primero, atacó la ampliación de capital del banco presidido por Emilio Botín, que a su juicio demuestra la “debilidad” de una entidad. Después, aseguró que “quienes actúan en contra de los clientes crean un problema enorme”, en clara alusión a los desencuentros que ha tenido Santander con algunos clientes por la solución propuesta en los casos de Lehman, Madoff y el fondo inmobiliario Santander Banif. 

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