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Steinmeier elegido jefe de la oposición en una reunión tumultuosa con dudas sobre el futuro del SPD

EFE

El vicecanciller y ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, fue elegido hoy jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, en una tumultuosa reunión marcada por las dudas sobre el futuro de esa formación tras el desastre electoral sufrido en las generales del pasado domingo.

Steinmeier fue elegido para ese cargo con un 88 por ciento de los votos, después de anunciar, además, de que renunciaba a optar a la Presidencia del Partido Socialdemócrata (SPD).

El presidente del SPD, Franz Müntefering, dio a entender ayer que no se presentará a la reelección en el próximo congreso, a celebrar en noviembre, lo que desató las especulaciones de que sería Steinmeier quien asumiría el doble liderazgo.

El dúo Steinmeier y Müntefering está identificado con la línea del ex canciller Gerhard Schröder, cuyas reformas y recortes sociales acarrearon una persistente sangría de electorado, hasta llegar al batacazo de las generales del domingo, con el mínimo histórico del 23 por ciento.

Este resultado ha abierto un cisma en el partido más antiguo de Alemania, con 140 años de historia, y dividido a sus filas entre quienes exigen una renovación completa de su cúpula, para dar paso a la regeneración interna, y quienes pretenden perpetuar lo salvable.

Mientras Steinmeier se encerraba con sus diputados, con vistas a la conformación del grupo parlamentario, se sucedían las noticias sobre sucesivas renuncias y relevos en sus puestos de mando.

El primero en anunciar su retirada fue su secretario general Hubertus Heil -al que, al parecer, sucederá la vicepresidenta y miembro del ala izquierda Andreas Nahles-. A esa renuncia se añadió la del ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, quien no se presentará a la reelección como vicepresidente en el congreso de Dresde.

Como relevo para la jefatura del partido suena con insistencia otro ministro de Merkel, el de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel.

Pero, para ello, deberá lograrse un consenso con los llamados "rebeldes", capitaneados por la agrupación berlinesa del SPD, partidaria de una renovación total.

Uno de los nombres de más peso entre el sector más izquierdista, Ottmar Schreiner, apuesta por dejar paso a figuras jóvenes.

A favor de Gabriel como nuevo líder de la formación habla el hecho de que, en la pasada campaña, fue de los pocos que mantuvo un perfil diferenciado respecto a Merkel, con el rechazo de pleno a replantear el calendario para el abandono de la energía nuclear.

A Gabriel se le identifica asimismo con Schröder -le sucedió como primer ministro de Baja Sajonia, antes de convertirse en ministro-, lo que jugaría en su contra si se impone la línea de ruptura.

Otro nombre para la cúpula es el del alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit, más carismático que Gabriel y además más cercano al ala izquierda.

Wowereit gobierna en la capital en coalición con La Izquierda, fusión de pos comunistas y disidentes del SPD, por lo que representa la línea de acercamiento a una formación que se alimenta de los descontentos con el centrismo de Schröder y los suyos.

La agrupación regional de Berlín se ha cerrado a que Steinmeier, como candidato fracasado, asuma cualquier responsabilidad futura.

"Queremos nuevas caras, nuevos nombres. El cambio generacional debe emprenderse ya", dijo hoy el jefe del grupo socialdemócrata en el Parlamento regional de Berlín, Michael Müller.

En la reunión de anoche de las agrupaciones regionales quedó de manifiesto, según Müller, que el partido sólo puede emprender un nuevo comienzo creíble sin Steinmeier, Müntefering o Steinbrück.

Todos estos nombres están identificados con el capítulo de las reformas de Schröder, canciller entre 1998 y 2005.

Desde 1998, el SPD ha perdido la mitad de sus votantes, y tan sólo en estas últimas elecciones del domingo, se abstuvieron dos millones de personas que solían votar por los socialdemócratas.

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