El comisionado de la NBA, David Stern, tuvo que volver a su domicilio por recomendación de su doctor y no pudo asistir a la reunión de la mañana con los dueños ni tampoco por la tarde con el sindicato de jugadores para el tercer día consecutivo de negociaciones del nuevo convenio colectivo.

De acuerdo, al vicecomisionado Adam Silver, Stern, de 69 años, sufre de gripe y el doctor le recomendó reposo en su domicilio, aunque está en contacto continúo con su persona para seguir al instante todo lo que sucede en la mesa de negociaciones y será un "participante activo".

Mientras, ambas partes, los dueños y el sindicato de jugadores, ya están reunidos bajo la supervisión del mediador federal George Cohen para tratar de conseguir un acuerdo laboral que ponga final al cierre patronal que ya cumple 112 días desde que se estableció el pasado 1 de julio.

La suspensión de 100 partidos y la presión de que podrían darse más cancelaciones la próxima semana si no se llega esta a un acuerdo, está poniendo presión a las conversaciones que mantienen ambas partes, aunque como el propio Cohen reconoció los asuntos tratados son "difíciles y complicados".

Silver ofreció una conferencia de prensa al concluir la segunda jornada de reuniones de la junta de gobernadores para admitir que no está claro si se podrá ya cumplir con el calendario oficial de 82 partidos de la temporada regular aunque se llegase ahora mismo a un acuerdo.

El motivo es que los campos ya tienen todas las fechas que la NBA dejo libre ocupadas con otras actividades y no será fácil hacer modificaciones en ese apartado, aunque reiteró que de llegarse a un acuerdo intentarían cumplir con el calendario oficial de 82 partidos.

"No hay duda que las cancelaciones y la posibilidad de que se den más forma parte de la presión extra que se dan por ambas partes a la hora de la negociación", señaló Silver.

El vicecomisionado de la NBA también informó de que el asunto del reparto de ingresos por parte de los equipos había sido el central en las reuniones de los dueños, con una discusión seria en todos los aspectos.

Stern ya había anticipado que el reparto de beneficios dentro de los equipos iba a ser el punto central del nuevo convenio colectivo de cara a permitir que los 30 equipos de la NBA tuviesen también la capacidad de competir con garantías de luchar por el título de liga.

Los jugadores consideran que tal objetivo es irreal y que se trataba de una estrategia por parte de los dueños para poder reducir los salarios de forma considerable.

Los jugadores no quieren bajar del 53 por ciento de los ingresos que reciben por la actividad del baloncesto, cuatro puntos menos de lo que tenían en el convenio anterior, mientras que los dueños ofrecen un mínimo del 49 por ciento y un máximo del 51, en función de los que se den al final de temporada.

Por su parte, Cohen se limitó a decir cómo están trabajando las partes, que lo hacen en subcomités, grupos pequeños y mayores de hasta 40 personas.