Parte de la colección privada de arte del novelista estadounidense, ya fallecido, Michael Crichton, autor de "Parque Jurásico", saldrá a subasta en mayo en Nueva York, pero antes podrá verse desde este sábado en Londres, con piezas únicas como "Flag", de Jasper Johns, que sale a la luz después de 18 años.

Del 6 al 12 de febrero, la sede de la casa de subastas Christie's en la capital británica expondrá cuatro obras de la colección de Crichton -fallecido en noviembre de 2008-, en una retrospectiva dedicada al arte contemporáneo de postguerra.

Pablo Picasso, Robert Rauschenberg, Roy Lichtenstein y Jasper Johns son los autores de estas obras, que, según informó Christie's, podrían alcanzar un precio de casi 20 millones de libras (unos 23 millones de euros) cuando sean subastadas.

"Flag", pintada entre 1960 y 1966, marcó el paso del arte abstracto y expresionista al pop-art de las imágenes de consumo que harían célebres a Lichtenstein y Andy Warhol al representar sobre un lienzo la bandera de los Estados Unidos.

Según explicó el propio Johns a Crichton, al no tener que preocuparse en el diseño de la obra, se centró en la técnica, inspirada en las pinturas egipcias, que consistía en la mezcla de las pinturas con cera caliente, lo que da definición a las pinceladas que conforman las barras rojas y blancas y a las 48 estrellas, cuya superficie transita entre lo traslúcido y lo opaco.

También se expondrá en Londres el cuadro de Picasso "Femme et Fillettes" (1961) en el que aparecen Jacqueline, mujer del artista, vestida de rojo para la boda, junto a dos hijas del pintor.

Crichton, que fue médico, escritor de libros y guiones y productor y director de películas, fue un entusiasta del arte norteamericano de los años 70 y entabló amistad con artistas como Lichtenstein, Rauschenberg o Claes Oldenburg.

Amigo de Johns y gran conocedor de su obra, Crichton redactó en 1977 el catálogo de la mayor retrospectiva del artista, un libro considerado uno de los más preeminentes estudios del precursor del pop-art autor de "Flag".

Sobre su colección, Crichton escribió que no le importaba si las piezas que compraba eran "importantes o menores para la Historia del Arte, si eran típicas o atípicas en la producción del pintor, o si resultaban mucho o poco representativas" de su propia colección, sino que buscaba "disfrutar mirándolas" y sentirse "afortunado" de poder verlas en vivo, según recordó Christie's en un comunicado.

El subdirector de la casa de subastas en Estados Unidos, Brett Gorvy, explicó que Crichton "perteneció a la más extraña raza de coleccionistas de arte", ya que, "como un auténtico hombre del Renacimiento, alimentó su pasión en busca de los principios básicos del arte".

"A lo largo de 30 años, Crichton atesoró estas obras elegidas con inteligencia, instinto y un conocimiento adquirido a través de su relación directa con algunos de los grandes artistas del siglo XX", añadió Gorvy.