Público
Público

Sueño de una noche de verano tras leer un suplemento dominical

Nacho Vegas ha lanzado este año su quinto disco, ‘La zona sucia'

NACHO VEGAS

Íbamos camino de un concierto en un pequeño festival de verano en un pueblo malagueño. Yo hojeaba un suplemento dominical y me topé con una entrevista breve a un fabricante de éxitos pop cuyo nombre no recuerdo. Uno que le hace canciones a Rihanna y a no sé quién más. La última pregunta decía así:

Entrevistador: ¿Cómo de guay es usted?

'La noticia destacada ese día era la detención de Teddy Bautista; a nadie parecía extrañarle mucho y eso, cuando menos, da que pensar'

Fabricante de éxitos pop: El otro día llegué al Gran Premio de Mónaco en avión privado, cogí un helicóptero y una lancha para llegar a una fiesta en un yate, actué ante un montón de mujeres preciosas e hice amistad con multi-millonarios. Al día siguiente conduje por el recorrido del GP. Y volví a casa en avión privado.

Caramba. Cualquiera puede obser-var que si en la pregunta cambiásemos 'guay' por 'soplapollas' la respuesta tendría más sentido. Pero después, mientras bajábamos por Despeña-perros, me puse a pensar en cómo de guays éramos nosotros, y concluí que bastante más que el empresario de la canción ese. No gastamos aviones privados ni yates, pero nos movemos en una furgoneta que nuestros running roadies Leandro y Martín han bautizado como El trueno azul. Dispone de nueve plazas (con asientos reclinables y luz individual en cada uno) y hasta de una mesita que ahora está en desuso, pues yo mismo la rompí por hacer un uso indebido de ella (intenté bailar encima sobre una pierna). Contamos con un reproductor de DVD en el que últimamente hemos visto Buscando a Nemo, Tommy y un documental sobre la Motown. Ese es nuestro lujo, y así atravesamos Jaén camino del festival. Yo seguía leyendo la prensa, y la noticia destacada ese día era la detención de Teddy Bautista. Creo que lo comentamos sin demasiado entusiasmo; a nadie parecía extrañarle mucho y eso, cuando menos, da que pensar. Alguien hizo algún chiste con el nombre de Caco Senante y ahí se quedó la cosa.

Subimos por una carretera escarpada flanqueada de bonitos pueblos blancos hacia Ojén, nuestro destino. Como suele suceder en toda Andalucía, la gente del festival era encantadora y se lo tomaba todo con una tranquilidad envidiable, con esa forma de mirar al mundo y la vida tan especial y tan sureña. Ese día actuaban también Pony Bravo y Sexy Sadie, entre otras bandas. Al festival se acercaron algunos amigos a los que hacía tiempo que no veía: J, Guille Mostaza, Antonio Luque. Al principio tuve la sensación de que las cosas eran como antes, pero de pronto me invadió un extraño sentimiento, difícil de explicar aquí, como de que todo había cambiado para siempre. Sr. Chinarro dice en su último disco que el pasado es como ese juguete que uno rompe de niño para saber cómo es.

Tras la actuación me despedí a la francesa, que es lo que suelo hacer en estos casos, y me fui al hotel. Como aún estaba tocando alguna banda me costó conciliar el sueño, y me puse a pensar que uno nunca sabe cómo vendrán dadas las cosas. Que a lo mejor algún día escribo una canción que resulte ser un hit del pop global y que me proporcione pingües beneficios. Y puede que me acabe moviendo en yates, helicópteros y jets privados. Entonces me habré pasado al enemigo, o sencillamente me habré convertido en un soplapollas. Y con estos pensamientos me fui sumiendo en un sueño profundo.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias