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Los supermercados rompen con las hamburguesas con ADN de caballo

Aldi suspende el contrato con sus suministradores en Irlanda y Reino Unido y Ahorramás retira el producto en todos sus establecimientos

EFE

La cadena de supermercados Aldi anunció hoy la suspensión en Irlanda y el Reino Unido del contrato que le unía al proveedor de carne procesada Silvercrest, después del hallazgo de restos de ADN de caballo en sus hamburguesas. Con esta decisión, Aldi, que también dispone de establecimientos en España, se une al grupo de supermercados británico Tesco y a la sociedad alimentaria The Co-operative Group, que ayer también decidieron anular la relación comercial que han mantenido con este proveedor irlandés de productos cárnicos.

La medida es consecuencia del hallazgo hace dos semanas de restos de equino en hamburguesas de cinco cadenas de supermercados con presencia en el Reino Unido e Irlanda, lo que les ha llevado a rescindir su contrato con Silvercrest, propiedad de ABP Food Group, la mayor compañía proveedora de carne de ternera en Europa. En un comunicado emitido hoy, Aldi aseguró que se 'toma muy en serio' la calidad de sus productos y que 'exige la máxima calidad de sus proveedores', motivo por el que ha 'retirado de todas sus tiendas el producto' de Silvercrest, que, según el supermercado, solo le suministraba hamburguesas congeladas.

La cadena de supermercados Ahorramas, acusada por la Organización Consumidores y Usuarios (OCU) de 'engaño al consumidor' por vender carne de caballo en hamburguesas sin mencionarlo en el etiquetado, ha retirado el producto de todos sus puntos de venta. Así lo ha informado la compañía de supermercados en un comunicado y firmado por la dirección de la empresa, en el que indica que se han puesto en contacto 'de forma urgente con el proveedor para ver qué ha sucedido y asegurarse de que no vuelva a ocurrir'.

'La seguridad y la calidad de los alimentos es un factor imprescindible para Ahorramas, por lo que no se tolera ninguna desviación al respecto de estos parámetros', señala el comunicado. Desde Ahorramas precisan que los límites de detección de la prueba de laboratorio son del 0,1%, por lo que puede deberse, según ellos, 'a alguna contaminación cruzada de algunas materias primas'. Aclaran que 'en ningún caso es un problema de seguridad alimentaria'.

La OCU ha lamentado que 'el sector (cárnico) ataque la falta de rigor del estudio que realizaron sobre la calidad de las hamburguesas en lugar de realizar una mínima autocrítica y extremar los controles para evitar que se produzcan este tipo de fraudes'. La OCU sale así al paso de los comunicados emitidos por dos organizaciones del sector cárnico español (Anice y Confecarne), tras el estudio que la organización publicó sobre la calidad de las hamburguesas envasadas.

Ha matizado que nunca ha pretendido 'generar confusión y sensación de inseguridad en el consumidor' ni mucho menos 'implantar una inexplicable cultura de desconfianza y rechazo a los productos alimentarios'. La organización ha subrayado que el estudio se enmarca dentro del derecho de todos los consumidores a recibir una información veraz y rigurosa y, a partir de ella, poder realizar una elección responsable. Matiza que en ninguna parte del artículo de la OCU se habla de un problema de seguridad alimentaria y que, por el contrario, se afirma que los problemas de las muestras analizadas derivan de su falta de calidad (solo 5 de las 20 hamburguesas analizadas aprueban en calidad de la carne) y no de su seguridad, como lo atestiguan los propios análisis realizados por la organización.

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