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El tenor peruano Juan Diego Flórez canta y compone en quechua

EFE

El tenor peruano Juan Diego Flórez se lanzó a cantar en quechua e incluso compuso en la lengua de los incas la letra para un "santo", que incluirá en su próxima producción de música sacra.

Flórez interpretará en quechua la canción "Citaray", junto a Magaly Solier, protagonista del galardonado filme "La teta asustada", en un concierto masivo el próximo sábado en un estadio del Puerto del Callao.

En una entrevista con Efe en Lima, el llamado "sucesor de Luciano Pavarotti" dice que la experiencia con Solier le ha ayudado a comprender la estructura y la pronunciación del quechua, una lengua que califica de "muy bella".

Pero el tenor fue más allá, ya que también compuso en quechua el "santo" que será incluido en el disco que lanzará el próximo año.

"Gran parte del repertorio es sacro, pero habrá dos canciones latinoamericanas: una argentina y otra un huayno (baile andino), que es mío", precisó Flórez.

Con hablar pausado y un ligero acento italiano, Flórez se entusiasma cuando habla de la ópera Atahualpa, que quisiera interpretar en un futuro en Lima con Plácido Domingo, él en el papel de Hernando de Luque y el barítono en el del emperador Inca.

El artista, de 36 años, afirmó que Plácido Domingo está "interesadísimo" en actuar en Atahualpa, en el Teatro Municipal de Lima, que aún está en proceso de reconstrucción tras el voraz incendio de 1998, o en cualquier otro lugar idóneo "para hacer grandes producciones de ópera".

Lo que sí ha dejado temporalmente en el tintero es encarnar al Duque de Mantua de "Rigoletto", en el Teatro Real de Madrid, aunque aseguró que interpretarlo todavía está entre sus "planes futuros".

El tenor peruano, que se confiesa vegetariano e intenta llevar una vida saludable para contrarrestar los efectos de las agotadoras giras mundiales, enfatiza que sigue intentando mantener la voz fresca por muchos años "siendo fiel" a su repertorio y apostando por una "buena técnica" y el estudio constante.

Juan Diego, quien defendió que la ópera es por su sensibilidad un arte para minorías, enfatizó que si bien le gustan las producciones con escenografía contemporánea en las representaciones operísticas, éstas son a veces "interesantes" y otras "muy arriesgadas".

El riesgo es que "a veces el público no reacciona bien con estas puestas en escena, porque muchas veces destruyen un poco la historia, el libreto de la ópera, y entonces uno ya no entiende nada, y a veces pasan cosas absurdas en el escenario".

Flórez no solamente es un divo de la música, también es conocido en Perú por los grandes esfuerzos que hace por promover la cultura. Su última apuesta fue una presentación el martes pasado junto al Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Infantiles y Juveniles, que reunió a niños y adolescentes de las zonas más pobres de su país.

El tenor felicitó con entusiasmo esta iniciativa impulsada por el Instituto Nacional de Cultura y financiada por la Corporación Andina de Fomento porque "rescata a niños, sobre todo de esos sectores más vulnerables de la sociedad", y les da una oportunidad de ser mejores.

"Perú es idóneo para formar una red de orquestas y coros juveniles e infantiles por las características de pobreza que hay, por nuestra cultura musical, sobre todo en los Andes (donde) siempre todo va bien acompañado de música", acotó.

En el sistema de orquestas hay hasta un niño de cuatro años, Rodrigo Rosales, quien ha pedido a Juan Diego que le firme su partitura de violín. Según su entorno, ha sido una de las cosas que más le ha conmovido estos días.

El martes, en la presentación de las orquestas juveniles, levantó en brazos a Rodrigo para recordar a los asistentes que un proyecto de esta naturaleza necesita fondos para perdurar en el tiempo.

Rocío Otoya

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