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Tensa espera en Cataluña por una sentencia del TC que enfrenta a PSOE y PP

EFE

Cataluña vive una tensa espera por la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) a los recursos sobre el Estatuto de Autonomía, un asunto encallado en el alto tribunal desde hace tres años y que ha llevado a un nuevo enfrentamiento entre PSOE y PP a cuenta de las aspiraciones del autogobierno catalán.

La iniciativa de una docena de diarios editados en Cataluña de publicar esta semana un editorial conjunto en defensa de la constitucionalidad del nuevo Estatut ha espoleado la movilización social en Cataluña, en donde la inquietud crece entre filtraciones periodísticas que apuntan a recortes en temas de calado.

Están en el alero cuestiones sensibles, como la definición de Cataluña como "nación" en el preámbulo del Estatut, los "derechos históricos" de la comunidad, la obligatoriedad de conocer el catalán o los denominados "símbolos nacionales".

La cuestión de fondo es que, por primera vez, el TC deberá dictaminar sobre una ley orgánica después de que no sólo haya pasado los filtros del parlamento autonómico y de las Cortes españolas, sino también el aval de un referéndum ciudadano.

En este contexto están en juego las consecuencias que puedan derivarse de un "conflicto entre democracia y ley", tal como lo definió certeramente el escritor Javier Cercas, sobre todo en función de si la sentencia sólo es interpretativa o si bien recorta aspectos claves del texto.

Por ello el TC está en el punto de mira, no sólo de Cataluña sino también de los dos grandes partidos españoles que propusieron a los doce miembros del tribunal, de los que finalmente dictaminarán diez, puesto que Roberto García-Calvo falleció y Pablo Pérez Tremps fue recusado por el PP y apartado de las deliberaciones.

Hubo otras dos recusaciones, que fueron rechazadas, una del PP en contra de la presidenta del TC, María Emilia Casas, y otra de la Generalitat contra Jorge Rodríguez Zapata.

Hay que recordar además que cuatro magistrados siguen en el cargo después del vencimiento de su mandato y que con otros cuatro jueces está a punto de ocurrir lo mismo.

El consenso entre PP y PSOE es imprescindible para renovar el TC ya que se necesitan las dos terceras partes de los diputados para ello.

Pero este acuerdo es a día de hoy imposible, a la espera de la reunión que mantendrán en diciembre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy.

La mayoría de los partidos catalanes consultados por Efe creen que si el TC no falla ahora se entrará en una fase de total indefinición que, de no renovarse el TC, podría posponer el fallo a después de las elecciones catalanas, previstas para otoño del 2010.

Son hasta siete los recursos en el TC en contra del Estatut. Además del formulado por el PP sobre 114 artículos, están los recursos del Defensor del Pueblo y de cinco comunidades autónomas: Murcia, La Rioja, Aragón, Comunidad Valenciana y el gobierno balear.

La trascendencia de la decisión del TC también hay que verla en un plano electoral, puesto que el horizonte de las autonómicas catalanas ha abierto una pugna entre el PSC y CiU por ver quién lidera una eventual respuesta al TC.

El presidente catalán, José Montilla (PSC), ha prometido una cumbre de líderes si Cataluña ve "agredido" su autogobierno, mientras que el líder de CiU, Artur Mas, quiere consensuar ya una línea de actuación preventiva.

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