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Tensión en los invernaderos de Almería

La muerte accidental de un marroquí desata la ira del colectivo inmigrante

JORDI MUMBRÚ

Tensión. Su vida en España es cada día más difícil y cualquier golpe se vuelve más doloroso. Y el último ha sido durísimo. En un fin de semana han visto cómo un amigo moría asesinado y cómo otro entraba en la cárcel. La comunidad marroquí de Roquetas de Mar (Almería) vive en alerta.

En los alrededores de los calurosos invernaderos del entorno cualquier chispa puede encender el fuego. Los agentes y los vecinos todavía recuerdan los violentos enfrentamientos que se produjeron en septiembre del año pasado, cuando un ciudadano senegalés murió asesinado por un joven español conocido como El gitano, a pesar de no pertenecer a esa etnia. Entonces, ardieron los vehículos y se arrojaron piedras contra policías, bomberos y personal sanitario. Aquel incidente quedó zanjado, pero Roquetas de Mar aún es un peligroso cóctel que puede estallar en cualquier momento.

La crisis, que ha dejado en paro a muchos inmigrantes que trabajaban en la construcción, ha tensado aún más su situación. En algunos casos, los extranjeros que pierden el empleo se quedan también sin papeles y esto les provoca mucho más estrés.

El nuevo episodio de violencia se produjo hace apenas una semana. El marroquí Saidi E.S. tenía 34 años y vivía en España desde 2000. No tenía los papeles en regla, pero encontró trabajo en los invernaderos durante un par de años. Desde 2006, se alojaba en casa de una amiga llamada Karim Ismahane, que además le prestaba ayuda económica. 'Somos como una familia y nos ayudamos entre nosotros', cuenta Ismahane.

La noche del sábado 11 de julio, Saidi salió a tomar unas cervezas en un bar improvisado entre invernaderos. Iba con su amigo Youssef, que dos días antes acababa de salir de la cárcel por traficar con hachís, según explicó su propia pareja, Malika Er Ray. Mientras los dos amigos tomaban las cervezas, 'un chico intentó robarle la cartera a Said y Youssef lo vio e intentó impedirlo. El ladrón le roció con un spray en la cara y él se fue al lavabo para limpiarse', explica Malika. En ese momento, llegaron cuatro jóvenes más, también marroquíes, y empezaron a pegar a Said.

Al oír los gritos, Youssef salió corriendo del lavabo con un cuchillo en la mano para ayudar a su amigo, pero, cegado aún por el spray, pinchó a Said, que cayó muerto al suelo. '[Youssef] ni ha dormido ni ha comido desde que está en la cárcel. Está muy mal porque Said era su mejor amigo', explica Malika.

Esta versión coincide en lo esencial con la de la Guardia Civil, que primero detuvo al autor del robo y más tarde a Youssef, presunto responsable de la muerte de Said. El supuesto ladrón ha quedado en libertad con cargos. Esto ha indignado al entorno de la víctima, que quiere que los cinco agresores entren en la cárcel.

La prima de Said, Sanae Aniymar, denunció el pasado miércoles ante la Guardia Civil que uno de los presuntos agresores de su primo la amenazó. 'Me dijo que el resto acabaríamos como Said', afirmó Sanae. Fuentes del Instituto armado informaron que 'la investigación continúa abierta' aunque la última palabra será siempre del juez, que es quien ha dejado libre con cargos al supuesto ladrón, ante la ira de una parte de la comunidad marroquí.

Para el secretario general de la Federación Almería Acoge, José Miguel Morales, 'el único culpable de esto es quien ha generado la trifulca y quien lleva un cuchillo encima'. Aun así, critica a las Administraciones por 'la división social histórica que vive Almería'.

Morales está convencido de que 'esto no hubiera pasado si los inmigrantes tuvieran un trabajo y una situación normalizada'. Y añade que el problema para fomentar la inclusión 'no es económico, como se puede pensar, sino de coordinación'.

Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 22% de las personas empadronadas en Roquetas de Mar son inmigrantes.

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