Kurt Rambis ha dejado oficialmente de ser entrenador de los Timberwolves de Minnesota, un despido esperado desde que el pasado 13 de abril el presidente del equipo, David Kahn, anunciase que tenía que tomar una decisión sobre el futuro del técnico, en clara alusión a un cambio en el banquillo.

A pesar de tener ya definido que Rambis no iba a continuar al frente del equipo, Kahn le mantuvo en el cargo para que trabajase durante el sorteo universitario y además le pidió que hiciese un informe sobre lo que haría si permaneciese una tercera temporada y le preguntó si estaba dispuesto a aceptar un puesto directivo en caso de dejar de entrenar.

Sin embargo, no permitió que Rambis estuviese en la rueda de prensa de presentación del base español Ricky Rubio.

Kahn indicó ayer que el equipo, el peor de la pasada temporada, tenía que cambiar de dirección y que el despido del técnico no suponía que le hiciera responsable del bajo rendimiento del equipo.

Tanto Kahn como la organización de los Timberwolves han recibido un sinfín de críticas durante las últimas semanas por jugar con el futuro profesional de Rambis y, al tiempo, perder oportunidades de buscar un buen sustituto, debido a que algunos de los posibles candidatos ya han sido elegidos por otros equipos.

Los Timberwolves se ven asimismo en la obligación de pagar al técnico cuatro millones de dólares por los dos años más de contrato que le quedaban, de los cuatro que había firmado.

Aunque la llegada de Ricky Rubio ha dotado al equipo de un gran atractivo para muchos entrenadores que admiran su juego, su talento y su potencial, esos técnicos también son conscientes del gran trabajo que tienen que realizar para reconstruir la peor franquicia de la NBA.

Bajo la dirección de Rambis, uno de los discípulos del legendario Phil Jackson, los Timberwolves sumaron sólo 32 triunfos por 132 derrotas.

En sus declaraciones de ayer a la prensa, Kahn se mostró contradictorio al señalar que, en conjunto, la gestión del despido de Rambis había sido correcta, aunque asumió que el tiempo que había dedicado a tomar la decisión y la forma de hacerlo habían sido negativos, y pidió perdón por ello.

El presidente de operaciones de los Timberwolves fue el único responsable de la elección de Rambis como entrenador en 2009 para reconstruir el equipo tras la salida de Kevin McHale,

Rambis, que se encontró con un equipo de jóvenes de cierto talento pero sin ninguna experiencia, no pudo hacer nada por cambiar la inercia perdedora de la franquicia. La pasada temporada fue el peor equipo de la liga con marca de 17-65 y jugó un baloncesto pobre, sin estilo definido.

En un comunicado tras hacerse oficial su despido, Rambis destacó que el futuro de la franquicia era "brillante" y dio las gracias por haber sido parte del comienzo de un nuevo equipo.

Los Timberwolves tendrán que elegir entrenador entre una lista de veteranos que seguro cobrarán mucho más que su predecesor, algo que el dueño del equipo, Glen Taylor, tendrá que sopesar con detenimiento, y más si se corre el riesgo que no haya competición la próxima temporada por el cierre patronal.

Los nombres que suenan para el cargo son los de Don Nelson, que podría volver a la competición y es un admirador del juego de Rubio, junto a Rick Adelman y Larry Brown.

En las últimas horas se ha unido a la lista el veterano Bernie Bickerstaff, actual entrenador asistente de los Trail Blazes de Portland, que han dado permiso a los Timberwolves para negociar con él.

Los seguidores de los Timberwolves confían que Kahn esta vez no sólo acierte con la elección, sino que también sea mucho más rápido a la hora de tomar una decisión.