La Torre Eiffel, el monumento de pago más visitado del mundo, también se prepara para una eventual pandemia de la gripe A en Francia, con la adquisición de miles de máscaras y soluciones hidroalcohólicas para sus empleados.

La "Dama de Hierro", que recibe cada año a unos siete millones de visitantes de todo el mundo, es precisamente por ello uno de los puntos más expuestos al contagio del virus de la gripe A, lo que ha llevado a sus gestores a la puesta en marcha de un dispositivo específico de prevención, informó hoy el diario "Le Parisien".

Después de que a principios de mes se detectara un caso sospechoso entre el personal, la dirección de la Torre ha pedido a sus empleados que eviten todo contacto físico directo con los visitantes.

Sin embargo, se recomienda, sobre todo, no caer en la paranoia, pues el número de visitas a la Torre se está incrementando, después de que en el primer semestre cayera un 10%.

"No tenemos ninguna razón para ceder al pánico. No es necesario negar la existencia de un cierto riesgo, pero mostrar demasiado celo sería también perjudicial", señaló el presidente de la Sociedad de Explotación de la Torre (SETE), Jean-Bernard Bros.

La decisión de un hipotético cierre del monumento vendría dada por la prefectura de París, agregó el diario.

Además de la Torre, según el mismo periódico, el Museo del Louvre, el Centro Pompidou, el Museo de Orsay y todas las pinacotecas que agrupa la Red de Museos Nacionales de Francia deberán crear un plan para garantizar unos servicios mínimos, en caso de que se eleve a 6 el nivel de alerta de la gripe A.

Los museos se cerrarán únicamente tras la adopción de directivas gubernamentales que, en la actualidad, están siendo examinadas por una célula interministerial que sería la encargada de, en caso necesario, definir las condiciones previas a todo cierre.