La compañía tecnológica japonesa Toshiba y su socia estadounidense SanDisk recortarán su producción de memorias flash NAND en un 30 por ciento a partir de enero, debido a la menor demanda de microprocesadores para cámaras digitales y reproductores de música por la crisis económica.

La caída en la demanda y el exceso de capacidad provocaron una fuerte caída en los precios de los semiconductores, llevando en especial a los fabricantes de procesadores de módulo de acceso aleatorio dinámico (DRAM, por su sigla en inglés), que se usan en ordenadores personales, a buscar ayuda y empujando al negocio de procesadores de Toshiba a números rojos en el primer semestre de su año fiscal.

"El recorte de producción de Toshiba es una buena noticia, pero que por sí sola no alcanza para levantar los precios de las memorias NAND porque la demanda general del mercado es muy débil", dijo Song Myung-sup, analista de HI Investment & Securities.

"Se necesita acabar con los inventarios antes de una recuperación y eso no sucederá sin demanda", añadió.

Toshiba y SanDisk gestionan juntas dos fábricas de memorias NAND que procesan discos de silicona de 300 milímetros en unas instalaciones en Yokkaichi, en el oeste de Japón. Las dos plantas tienen una capacidad combinada para procesar 260.000 discos al mes. Otras dos fábricas del recinto procesan discos de 200 milímetros que son operadas sólo por Toshiba.

Toshiba dijo que no está claro cuánto tiempo mantendrá la reducción productiva. Antes de los recortes de enero, también suspenderá la producción de chips de las líneas de 300 milímetros durante 13 días a partir del 31 de diciembre, su primer recorte de producción de memorias flash NAND.

"Todo lo que podemos decir ahora es que el ajuste de la producción probablemente siga después de enero. No parece que las condiciones del mercado se vayan a recuperar así de fácil", sostuvo la portavoz Hiroko Mochida.

Agregó que aún no se ha decidido nada sobre despidos.

Toshiba es el segundo mayor fabricante del mundo de memorias flash NAND, detrás de la coreana Samsung Electronics. Su negocio de microprocesadores, que representa un 17 por ciento del total de sus ingresos totales, tuvo una pérdida operativa trimestral de 59.500 millones de yenes (48 millones de euros) entre abril y septiembre.