La llamada a revisión sin precedentes por parte de Toyota Motor de millones de vehículos con aceleradores defectuosos está afectando a sus operaciones y podría obligar a la mayor automovilística del mundo a reducir sus previsiones de ventas para 2010.

Se espera que las ventas de automóviles en enero en Estados Unidos, que se darán a conocer el martes, muestren una fuerte caída para Toyota después de que retirase ocho de sus modelos más populares de los concesionarios la semana pasada tras una serie de accidentes relacionados con aceleraciones involuntarias.

En los primeros comentarios públicos de un directivo de la oficina central de Toyota, el encargado de calidad de la firma dijo que ha habido un impacto mayor de lo habitual debido a la retirada.

"Las previsiones de ventas es algo por lo que estamos sumamente preocupados", dijo el vicepresidente ejecutivo Shinichi Sasaki en una conferencia de prensa en la ciudad japonesa de Nagoya.

"Ya estoy escuchando que las ventas se han vistro afectadas en algo en enero", agregó, destacando que la compañía informará el jueves de sus ingresos del tercer trimestre.

Además de otra retirada de alfombrillas que se deslizaban también relacionadas con aceleraciones no intencionadas, Toyota dijo que ahora unos 8,1 millones de vehículos están siendo llamados a revisión, más que el total de ventas del grupo en el año pasado.

Aunque la empresa asegura que la aparición del problema es inusual, la confianza pública se ha visto afectada por las noticias de este asunto, incluidos los terribles detalles del accidente de un Lexus atribuido a un acelerador atascado que provocó la muerte de un policía de California y tres miembros de su familia el año pasado.

Sasaki, quien compareció en solitario ante más de 100 periodistas, no ofreció una reverencia de disculpa, como se ha visto en otras conferencias de prensa relacionadas con escándalos en Japón.

Koji Endo, director de Advanced Research Japan, dijo que ha habido una falta de comunicación en la cúspide de la empresa.

"Nunca he visto a Toyota así. Hasta hace poco, tenían una cultura de actuar con rapidez ante los problemas. Pero la impresión que tengo ahora es que las relaciones públicas no están funcionando muy adecuadamente", agregó.

El presidente de Toyota, Akio Toyoda, nieto del fundador de la compañía, no se ha dirigido formalmente al público ni a los medios por este asunto.

El jefe de la compañía en Estados Unidos, Jim Lentz, compareció en televisión el lunes y también expresó su pesar dentro de la campaña de relaciones públicas de Toyota en su principal mercado.

ATENCIÓN A LAS VENTAS

Toyota detalló el lunes sus planes para reparar los pedales defectuosos de al menos 4,2 millones de vehículos en Norteamérica y Europa con un pequeño espaciador de metal para evitar el atascamiento.

Además, dijo que reiniciaría la producción de los ocho modelos el 8 de febrero, incluidos los populares modelos Camry, Corolla y Rav4, luego de un cierre sin precedentes de una semana en seis plantas en Estados Unidos y Canadá.

Toyota previó el mes pasado que sus ventas mundiales subieran un seis por ciento este año, pero desde entonces ha dicho que no tuvo en consideración el impacto del retiro.

Los costes de la retirada y el cierre parecen ahora acercarse aproximadamente a entre unos 100.000 millones de yenes a 200.000 millones de yenes (790-1.580 millones de euros), estimaron dos analistas.