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Trichet reconoce al fin que Europa no está para subir tipos

Stiglitz recomienda al BCE que dé marcha atrás

ANA FLORES / AGENCIAS

Europa no remonta. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-ClaudeTrichet, ha necesitado una alarma del tamaño de una recaída de la crisis (y ver cómo se frenaba en seco Alemania) para ver que no es momento de utilizar los mecanismos para enfriar la economía, es decir, subir los tipos de interés. Lo hizo en abril y lo volvió a hacer en julio, hasta situar el precio oficial del dinero en la zona del euro en el 1,5%.

Y amenazaba con repetir antes de abandonar la presidencia del BCE. La inflación, el gran ogro para Alemania, había repuntado hasta el 2,7% en junio. Era por causas externas, el petróleo y la escalada de las materias primas, pero Trichet se quitó la venda. Utilizó un mecanismo que funciona con economías recalentadas porque encarece los créditos y disuade de consumir e invertir, lo último que necesitaba Europa.

El presidente del BCE defiende la legalidad de la compra de deuda

Además, la subida tiene un efecto directo en la renta disponible que las familias destinan a consumir. Al elevarse el precio oficial del dinero, los bancos aumentan también el interés al que se prestan entre sí, el euríbor, principal referencia de las hipotecas en España. Desde que Trichet advirtió, el pasado 3 de marzo, de que subiría los tipos, el euríbor ha pasado del 1,714% (febrero) al 2,098% (agosto, hasta ayer).

Ayer, Trichet reconoció que se están revisando las consideraciones del BCE sobre los riesgos inflacionistas después de la ralentización del crecimiento en los 17 países del área del euro. 'La previsión de los riesgos a medio plazo de la evolución de los precios está siendo objeto de estudio de cara a septiembre', explicó ante el comité económico del Parlamento Europeo en Bruselas.

Pese a todo, Trichet advirtió de que el aumento de los precios seguirá por encima del 2% durante 'algunos meses'.

El FMI rebaja su previsión de crecimiento para España al 0,7%

Pero, ahora, ese dato ya no es tan prioritario. El crecimiento de la zona del euro se ralentizó en el segundo trimestre, quedando en un 0,2%, frente al 0,8% del primero. Alemania pasó de crecer un 1,3% a quedarse en un 0,1%. Además, la inflación germana se quedó en el 2,3% en agosto.

El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz recomendó en una entrevista con el diario alemán Handelsblatt que el BCE diera 'marcha atrás en sus dos últimas subidas, ya que la inflación realmente no es el problema más urgente de Europa cuando claramente se enfrenta a una desaceleración económica'.

La ralentización de Europa y EEUU afecta a los países que, como España, están creciendo por las exportaciones. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado su previsión de crecimiento de la economía española hasta el 0,7% en 2011, una décima menos de lo previsto, y hasta el 1,3% en 2012, tres décimas menos. España no es la única. La institución dirigida por Christine Lagarde hace una revisión general en el informe Perspectivas económicas mundiales hecho públicopor la agencia italiana Ansa.

Este informe, que se publicará a finales de septiembre, contempla un recorte de una décima del crecimiento de la zona del euro en 2011, hasta el 1,9%, y de tres el año próximo, hasta el 1,4%. Alerta, además, del riesgo de que la crisis 'escape al control de los políticos'.

El FMI subraya que el BCE cuenta con margen para relajar su política monetaria y le recomienda continuar interviniendo en los mercados de deuda para frenar la volatilidad. Ayer, Trichet defendió la legalidad de la compra de deuda pública en los mercados secundarios por parte del BCE, en respuesta a las críticas del presidente federal de Alemania, Christian Wulff. El BCE invirtió 6.651 millones de euros la semana pasada en la compra de deuda pública, sobre todo bonos de España e Italia.

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