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Trichet ya ve indicios de la llegada del final de la crisis

El presidente del BCE cree que todavía queda algo de caída, pero está convencido de que 'la recuperación se acerca'

AGENCIAS

Por fin un halo de esperanza. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, un hombre poco dado a los excesos verbales y a crear expectativas infundadadas, puso este lunes una gota de optimismo en el océano de previsiones catastróficas que rodean el ámbito económico en los últimos meses.

Trichet admitió que todavía hay que caer algo más para llegar al fondo del pozo de la crisis, pero a continuación aseguró que ya se ven algunos indicios 'expansivos' en la economía mundial. 'Existen varios elementos que sugieren que nos estamos acercando al momento en el que deberíamos empezar la recuperación', dijo Trichet en Basilea (Suiza), en la rueda de prensa posterior a la reunión de los banqueros centrales del G-10.

Entre los elementos que podrían indicar que el final está cerca, Trichet citó la recuperación del mercado de emisiones de deuda de empresas y la resistencia de los países emergentes, que todavía siguen teniendo un nivel de crecimiento muy superior al de los países industrializados, que en su mayoría están en recesión.

Pero, a juicio de Trichet, los elementos más importantes y cuyo poder se ha subestimado hasta ahora, especialmente en los ámbitos financieros, son los efectos positivos de la caída del precio del petróleo y del resto de materias primas, los estímulos fiscales que están aprobando todos los gobiernos, las facilidades de liquidez para la banca que han introducido los bancos centrales y la decisión de los estados de no dejar caer bajo ningún concepto a sus sistemas financieros.

El banquero consideró este último aspecto 'muy importante' y 'poco apreciado por los mercados'. También citó Trichet la utilidad de las bajadas de tipos de interés oficiales que, según los datos publicados ayer por el BCE, ya empiezan a repercutir las entidades financieras a sus clientes.

Los ministros de Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo) echaron un jarro de agua fría al discurso de Trichet al admitir que la crisis económica es más grave de lo calculado hasta ahora, pero descartaron adoptar nuevas medidas hasta ver el resultado de las impulsadas. 'La recesión es profunda', señaló en rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Jun-cker, que lamentó que, por el momento, 'no hay indicadores de que la situación se esté solucionando'.

Sin embargo, el comisario de Economía de la Unión Europea, Joaquín Almunia, se mostró más moderado tras la reunión del Eurogrupo. Reconoció que sus previsiones de enero se han quedado ya retrasadas y auguró que la 'recuperación gradual' habrá que retrasarla hasta 2010, informa Daniel Basteiro.

Sobre la evolución de los tipos de interés, el miembro del Comité Ejecutivo del BCE Juergen Stark dejó entrever que los recortes han llegado casi al final. 'Bajarlos demasiado no serviría para solucionar los problemas', dijo Stark.

Para luchar contra la crisis, el principal asesor económico de Barack Obama, Lawrence Summers, propuso más inyecciones públicas de dinero en las economías para impulsar la demanda. Summers aseguró al diario Financial Times que esta medida es más urgente que combatir los desequilibrios globales a los que muchos economistas atribuyen la actual crisis. A su juicio, EEUU y otros países desarrollados (en referencia a Alemaniay Japón) deberían evitar a medio plazo vivir por encima de sus posibilidades, pero ahora todos tienen que incrementar claramente el gasto público.

 

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